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El abuelo dispone de chófer para ir al mercado

Pilar Álvarez

Cuando se trata de atender a dependientes, no basta con ofrecer soluciones, hay que facilitarlas cerca, precisamente porque la dependencia implica casi siempre problemas de movilidad. "La mayoría de los ciudadanos, más aún los dependientes, acuden a su ayuntamiento cuando necesitan cualquier cosa, no se les ocurre ir a la comunidad u otra oficina", explica Ana Lima, presidenta del Consejo General de Trabajo Social.

El dependiente consulta al asistente social que conoce o incluso al médico de cabecera, pero no va mucho más allá. "Si no le llega la información en esa estructura, es complicado que se entere", añade Lima, que explica que la situación empeora cuanto más pequeño es el municipio. Ella misma, que trabaja en el ayuntamiento de un municipio madrileño, se enteró de cómo había que gestionar las evaluaciones de la Ley de Dependencia "por los periódicos y por Internet" y no a través de las administraciones. "Yo tengo ordenador, pero imagine un pueblo perdido, donde los ciudadanos están más aislados y son más vulnerables, allí la información no llega".

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Asturias, donde más de la mitad de los municipios tienen menos de 5.000 habitantes y cerca del 50% de la población mayor de 65 años en algunos concejos, sabe bien de pueblos aislados, de vecinos vulnerables. Pero también cuentan algunas soluciones que han puesto en marcha para paliar esas diferencias con las zonas urbanas.

En esta comunidad funciona el programa autonómico Rompiendo distancias, para intentar que "todas las personas reciban atención de la misma calidad vivan donde vivan", explica la consejera de Bienestar Social del Principado, Pilar Rodríguez. La base del programa es simple: 28 furgonetas adaptadas -una por cada concejo- y 28 técnicos dedicados en exclusiva al programa "para no sobrecargar a los trabajadores municipales", añade la consejera [que ha sido nombrada ayer mismo nueva directora general del Imserso].

A comprar, en furgoneta

El técnico visita al vecino que pide ayuda, estudia sus necesidades y hace un calendario con ellas. "No intentamos que la persona que necesita recursos se adapte a la oferta que tenemos sino que nosotros nos adaptamos a su demanda", explica Rodríguez. La furgoneta y el conductor acompañan al dependiente al podólogo, al médico de cabecera o a comprar en el mercado de otro pueblo. La consejera considera que el programa, en marcha desde 2000, facilitará la aplicación de la Ley de Dependencia en Asturias.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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