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La UE frena el consumo de animales clonados

Los científicos no ven peligro para la salud, pero piden más estudios

¿Comeremos hamburguesas procedentes de la crianza de vacas y cerdos clonados? Los estadounidenses sí, pero los europeos, por el momento no. Europa dio ayer un frenazo en la autorización de estos alimentos, en el sentido contrario a lo que decidió la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) norteamericana en enero de 2008. El Viejo Continente no cuenta con un marco regulatorio para la producción y comercialización de este tipo de productos. Y va para largo, según queda claro tras el dictamen científico sobre animales clonados (vacas y cerdos) que fue presentado ayer en Bruselas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

El mayor riesgo no es tanto para el consumidor como para la biodiversidad
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Según este esperado informe, la clonación plantea verdaderos problemas de salud para los propios animales clonados (sobrevive sólo entre el 1% y el 20% de los embriones o sufren graves enfermedades) y, en cambio, el consumo de productos con este origen no presenta, según los datos disponibles en la actualidad, ningún riesgo para los consumidores. El estudio se centra únicamente en la metodología de clonación por transferencia nuclear de célula somática, extraída de ejemplares adultos, la tecnología con la que se creó a la oveja Dolly. Un animal clonado es una copia exacta del animal donante.

Vittorio Silano, director del comité científico de la EFSA, reconoció ayer que la base científica es todavía pequeña e insuficiente, pero destacó que por el momento no se ha encontrado ninguna prueba clara que sugiera diferencia alguna entre los productos alimenticios procedentes de animales clonados o de sus descendientes o los de aquellos engendrados convencionalmente, siempre que procedan de animales sanos. "Es una postura de cautela razonable según el estado de la ciencia", afirma el director de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, José Ignacio Arranz. "El verdadero riesgo no es para los consumidores, sino para la biodiversidad de las especies", sentencia María Jesús Cocero, investigadora del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria.

La Comisión Europea no se ha pronunciado sobre el informe científico de la EFSA, a la espera de conocer la opinión sobre cuestiones éticas que ha solicitado a otro grupo de expertos y de publicar en otoño los resultados de un eurobarómetro sobre la cuestión. ¿Cuándo se tomará una decisión final? "Cuando tengamos todas las piezas del puzle abriremos un diálogo con los actores implicados", explicó la portavoz comunitaria de Salud, Nina Papadoulaki.

En la Unión Europea no se permite comercializar productos alimenticios derivados de animales copiados o de su descendencia y la clonación de los mismos sólo está autorizada con fines de investigación. Australia y Nueva Zelanda ya emitieron informes favorables para el consumo de carne y leche de animales nacidos de esta transferencia nuclear. Pero en Europa, algunas organizaciones como Eurogroup for Animals, se han adelantado y han pedido a Bruselas que prohíba su comercio e importación.

La industria especializada cree que Europa acabará entendiendo la inocuidad de los animales clonados, según dijo la semana pasada en la sesión Dolly para cenar del encuentro ESOF 2008 de Barcelona Mark Walton, presidente de la empresa ViaGen, que clona vacas, caballos y hasta un toro de lidia español. Por el momento, difícilmente llegarán al supermercado filetes de animal clonado: producir un sólo ejemplar de vaca cuesta 15.000 dólares (unos 9.580 euros), afirma Alain Malafosse, director de la Unión Nacional de Cooperativas de Inseminación Agrícola francesa. "Hablar de comida clonada es un error: la carne o la leche vendrán del hijo o nieto de ese animal", dice Emilio Rodríguez Cerezo, del Instituto de Prospectiva Tecnológica de la CE.

Alta mortalidad

- Sólo entre el 1% y el 20% de la implantación de embriones en cerdos y vacas sale adelante y hasta el 40% de los ejemplares clonados sufre graves enfermedades durante sus primeros meses de vida.

- Los científicos desconocen todavía qué capacidad defensiva real tiene el sistema inmunitario de los animales clonados para sobrevivir frente a agentes infecciosos.

- El dictamen de la UE no prevé impacto ambiental, pero algunos científicos insisten en que la clonación animal comercial puede producir una pérdida de biodiversidad.

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