La maternidad más lenta y costosa
Pilar tiene 32 años y dos embriones implantados en su útero. "Me han dicho que uno va muy bien y el otro más lento, pero va", cuenta nerviosa. El próximo jueves le hacen la prueba de embarazo. Ha llegado hasta aquí después de desistir de la sanidad pública y optar por pagar 4.450 euros para una fecundación in vitro en una clínica privada de Sevilla. "Si quieres tener un hijo es lo que hay", se queja.