Clarita clara
La pregunta no le sorprende:
- ¿Sabe que la llaman Clarita Peligros?
Su sonrisa es franca:
- Algo he oído, algo he oído... Pero sí, soy sincera, clara y espontánea. Me gusta decir lo que pienso. Aunque a veces tengo que refrenar mi espontaneidad. También los silencios son importantes.
Los compañeros de partido que así han rebautizado a Clara Aguilera García lo hicieron con cariño. Porque, como ella misma afirma, "me aceptan como soy". ¿Y cómo es la nueva consejera de Gobernación de la Junta?
Nacida hace 44 años en Obeilar, una pedanía de Illora de poco más de 500 habitantes, Aguilera se crió, estudió y comenzó a trabajar en Granada. Desde hace cuatro años, reside en Peligros, en las afueras de la capital.
"Me gusta ser sencilla y natural, no estar pendiente de las fotos"
"¿Suceder a Chaves? Ser consejera está por encima de lo que había pensado"
Ha elegido para conversar y fotografiarse la plaza de Bib-Rambla, en Granada, cargada de historia. Aquí hubo mercados populares, justas medievales, sangrientas corridas de toros -algunas con 36 muertos en una tarde- autos de fe y hasta quema de manuscritos.
- Me gusta porque durante los cuatro años que fui concejala (1995-99) pasaba mucho por aquí, camino del Ayuntamiento. Me gusta, además de por su arquitectura, por la gente. Es una plaza muy de pueblo.
Ella también es campechana. Rubia, de ojos verdes, piel sonrosada. Hija de una familia "humilde, trabajadora. Mi padre trabajó en la construcción y en la agricultura; un poco de todo. Murió joven, a los 60. Mi madre está jubilada, trabajaba doble jornada: dentro y fuera de la casa".
Se siente muy satisfecha de su familia, de sus padres, de sus dos hermanos. De haber sido la primera de la familia en llegar a la Universidad. Del orgullo que sintió su padre, exiliado en Francia largo tiempo, tras la guerra civil. Era socialista, como su abuela Jacinta, nacida en 1901. "No creo que hubiera mas mujeres del PSOE en aquellos años veinte", dice.
Una pena que no terminara la carrera de Derecho. Aunque haría luego dos master en dirección de empresas. Tuvo que ponerse a trabajar demasiado pronto. Le hicieron un contrato de seis meses como administrativa de UGT en Granada. Cobraba 300 euros al mes.
Con 18 años, se afilió a las Juventudes Socialistas (JJ SS). Es 1982 y el triunfo de Felipe González está próximo. Serán días de gloria. Pronto vendrá su primer desengaño, con el referéndum de la OTAN.
- Estaba raaaaadicalmente en contra. Aquello me marcó. Era parte de una Ejecutiva en la que todo lo teníamos muy claro, muy contra las armas... Cuando recibimos el mandato de 'esto hay que cambiarlo', no lo asimilé y deje las Juventudes.
Pero siguió en el PSOE. Y se ganó pronto merecida fama de militar en la línea más izquierdista del partido.
- Ser de izquierdas no es solo decirlo. Tu comportamiento marca tu ideología. La austeridad, la sencillez, determinadas convicciones que uno debe mantener en la vida...
Clara mantiene esa llaneza en su actividad política. Un día, al entrar en el Parlamento, comentó en broma con unos compañeros que ella era de la Rural Pandi, frente a otros más atildados que serían de la Glamour Pandi.
- ¡Era una broma! Como yo había trabajado largo tiempo en el medio rural, les decía que la pandilla rural éramos los normales y ellos, los del glamour, no.
Clara había dejado atrás muchos años de trabajo en la Federación Andaluza de Cooperativas Agrarias (Faeca). Terminó siendo gerente. Hoy tiene excedencia.
La broma se ganó un hueco en la última campaña electoral. Aguilera competía como cabeza de lista del PSOE contra Carlos Rojas, alcalde de Motril, y cabeza del PP.
- Le dije a Rojas que era glamoroso, un hombre distante y un poquito superficial, que pasaba todo el día mirándose en la foto. Mi foto quizá salía más desdibujada, pero me gusta ser así, sencilla y natural. No hay que estar pendiente de tus fotos, sino de tus actos.
Acción no le ha faltado. Diputada desde 2000, ha sido portavoz en temas agrícolas en el Parlamento. En la Ejecutiva regional del PSOE ha llevado las secretarias de Agricultura y de Economía. También ha ocupado la Secretaria General de Relaciones con el Parlamento, dentro de la Consejería de Presidencia que dirige Gaspar Zarrrías.
- Dicen que no le gustan las reuniones y que cuando se alargan no le importa mostrar su descontento, aunque la presidan sus jefes, Zarrias o el mismísimo Chaves...
Sonríe. Recuerda otra anécdota: cuando las reuniones se alargan, saca su pintalabios. "Los compañeros dicen, ea, ya se está pintando Clara, de modo que la reunión ha terminado".
- No aguanto las reuniones largas. A veces, la política es reunión tras reunión, perdida de tiempo, tras perdida de tiempo. Nos gusta escucharnos... A todo el mundo, no solo a los políticos.
Aficionada al cine desde sus tiempos estudiantiles, ahora se relaja con el Canal Cocina y el programa Top Chef. "Me gusta la cocina tradicional, pero también hago mis experimentos".
El fotógrafo la solicita y se aproxima a la fuente de los Gigantes, situada en medio de la plaza y con la catedral asomando al fondo. La última pregunta salta entre el murmullo de las gentes que cruzan Bib-Rambla:
- ¿Le gustaría ser la sucesora de Chaves?
Se pone seria y contesta:
- Ser Consejera del Gobierno andaluz está muy por encima de lo que yo había pensado.
- ¿Cree que ese puesto lo puede desempeñar alguna compañera del gobierno?
- Todas son estupendas, todas son estupendas... ¡Y los chicos también!
Clarita Clara. Pero no peligrosa. Se la ve venir.
"No le tengo miedo a nadie"
Lo primero que quiere aclarar es el peso de Granada en el nuevo gobierno: rechaza que se midan las consejerías solo mirando el presupuesto. Hay dos consejeras granadinas, las de Educación y ella misma, en Gobernación. Dice Clara Aguilera que por su Departamento han pasado importantes pesos pesados del partido, Carmeli Hermosín, el recordado Alfonso Perales y "tiene una cuestión muy importante: los Ayuntamientos".
- Le van a dar mucha guerra. Quieren más dinero.
Responde afirmativamente, aunque explica que el tema de la financiación local no le corresponde en exclusiva a Gobernación. Su gran reto, la esperada Ley de Régimen Local.
- ¿A qué alcalde le tiene más miedo?
- No le tengo miedo a nadie, a nadie.
Y ya que estamos en Granada, mira hacia José Torres Hurtado (PP).
- Pepe Torres y yo empezamos en el cooperativismo agrario. El era presidente de una cooperativa de piñas. Cuando nos encontramos, me dice: ¡ves como los del campo servimos para otras muchas cosas!
La prensa del día está llena de novedades sobre inmigración, Berlusconi. Surafrica. Un tema en el que su Consejería tiene algunas competencias.
- Somos responsables de la política de integración. Y no veo la inmigración como un problema, sino como un fenómeno que debemos regular.
- ¿Qué opina de quienes siembran el pánico al decir que los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo, las viviendas baratas, a colapsar nuestra sanidad...?
- No me ha gustado nada que en la campaña electoral el PP utilizara el tema de la inmigración de manera partidista. Los que vienen de fuera son tan personas como los nacidos aquí.
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