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Chávez llega a París sin dar pistas sobre Ingrid Betancourt

El presidente venezolano insiste en mediar en la liberación de la rehén de las FARC

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, almorzó ayer en París con su homólogo francés Nicolas Sarkozy, pero no le trajo el regalo que el inquilino del Elíseo esperaba: la prueba de que Ingrid Betancourt, la ciudadana franco colombiana que es rehén de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde 2002, sigue viva; sólo pudo transmitirle la promesa de que el jefe de este grupo guerrillero, Manuel Marulanda, alias Tirofijo, proporcionará una prueba de vida de Betancourt -secuestrada cuando se dirigía a un mitin siendo candidata presidencial- antes de finales de año. Chávez pretende que el presidente colombiano Álvaro Uribe le permita entrevistarse con Marulanda para convencerle de que comience a liberar a algunos de los rehenes, "empezando por los ancianos, las mujeres y los niños", lo que permitiría establecer una mesa de negociación que lleve a un acuerdo humanitario que permitiría liberar a todos los rehenes y a los presos guerrilleros. "Necesitamos la paz para construir América Latina", clamó Chávez, para quien las FARC y otros grupos rebeldes podrían seguir el mismo camino hacia la actividad política que en su momento emprendió el Frente Sandinista en Nicaragua.

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En la conferencia de prensa que ofreció en un hotel parisino, en la que las preguntas habían sido previamente "sorteadas" a determinados medios de comunicación, el presidente venezolano se refirió también al incidente con el rey Juan Carlos en la cumbre iberoamericana de Chile hace una semana, y exigió disculpas al monarca español por haberle mandado callar. "Parece que el Rey se cansó de oírnos", añadió, "a la monarquía le cuesta oir y me insultó", dijo.

En su opinión, el Rey de España "explotó" a causa de la intervención del presidente de Bolivia Evo Morales, y con él "explotaron 500 años de soberbia imperial". Según Chávez, "se cansó de escuchar a los indios", como el boliviano Morales, el nicaragüense, Daniel Ortega o a él mismo, que se definió como "medio indio caribe, medio negro". "No nos callaremos nunca, su majestad, pasamos mucho tiempo callados. Nosotros seguiremos diciendo las verdades aunque exploten mil reyes", añadió.

El rey Juan Carlos "tuvo suerte", dijo Chávez, porque él no oyó lo que le dijo y no contempló la escena del mismo modo como ha sido reproducida por la televisión, una secuencia que según el presidente venezolano estaba trucada, porque elevaron el tono de la voz del rey Juan Carlos mientras que a él le quitaron el micrófono. "Y aparece entonces la voz de trueno del Rey de España: ¿por qué no te callas? pero con los ojos desorbitados", relató. "Si lo hubiera oído", añadió, "su corona hubiera caído al suelo. Sí, yo le hubiera dicho cuatro verdades".

Chávez bromeó con que iba a decirle al piloto del avión "cubano" que ayer le llevó de de París a Lisboa que hiciera un "vuelo rasante" sobre el palacio de la Zarzuela y que esperaba que no le dispararan, e insistió en que, pese a que le llegan peticiones "para hacer una declaración conjunta, debe ser el monarca español quien se disculpe... Sea humano, bájese del trono y diga: 'me equivoqué Chávez, disculpa'. Acepte que se equivocó y que se le fueron los tiempos", declaró el mandatario venezolano.

El presidente venezolano Hugo Chávez saluda a su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, en el Elíseo.
El presidente venezolano Hugo Chávez saluda a su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, en el Elíseo.AFP

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