Música y sorpresas
- El personaje del día. "La música no sólo debe de ser bella, tiene que contribuir a que la película sea valiosa y verdadera". Alberto Iglesias recibió ayer en San Sebastián, su ciudad natal, el Premio Nacional de Cinematografía rodeado de muchos amigos, familiares y cineastas. El músico, pieza clave en el cine de Pedro Almodóvar o Julio Medem, entre otros, no pudo ocultar su emoción. Dijo "no tener palabras" para expresar lo que sentía al recibir, de manos del ministro de Cultura, César Antonio Molina, este galardón en su ciudad y en un momento de su vida "tan volcado en la música y el cine". "No sé lo que me ha traído hasta aquí. Creo que estoy en la mitad o en el principio de muchas cosas", aseguró Iglesias, siempre sonriente y amable.
- Ley del Cine. A cuatro días de que se cumpla el plazo de presentación de enmiendas al proyecto de Ley del Cine, el próximo martes, el ministro de Cultura se mostró ayer contundente y claro: "Lo que no se puede romper es la unidad del Fondo de Protección", dijo César Antonio Molina. Esquerra Republicana de Cataluña ha presentado una enmienda a la totalidad del texto por considerar que invade competencias del Estatuto de Cataluña, mientras que Convergencia i Unió también se lo está planteando, si no llegan a buen puerto las negociaciones con el grupo socialista. Molina aseguró que la ley "es muy respetuosa con los estatutos de autonomía" y confió en que las nuevas reuniones con los distintos grupos sirvan para acercar posiciones y que la ley se apruebe lo antes posible. "No he perdido mi optimismo moderado porque todo se supere y se apruebe esta ley que va a ayudar muchísimo al cine español".
- La sorpresa. Carlos Saura recibió por sorpresa en la noche del viernes una Concha de Oro honorífica, momentos antes de proyectar su película Fados en un teatro Victoria Eugenia abarrotado. Ésta es la segunda vez que se concede este galardón honorífico a un director de cine. La primera fue en 1981 y en aquella ocasión lo recibió Luis Buñuel. Diego Galán fue el encargado de entregársela entre la ovación cerrada del público y la sonrisa emocionada de Saura. La noche se cerró con un espléndido concierto de fados a cargo de los fadistas Mariza, Camané y Carlos do Carmo.

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