Los vinos de la Denominación Catalunya 'roban' cuota de mercado a los del Penedès

Una marca canibaliza a otra. Los vinos de la Denominación de Origen (DO) Penedès, la primera zona vitivinícola catalana, han visto cómo perdían casi el 20% la producción desde 2004 debido a la fuga de estos vinos hacia la DO Catalunya, creada a golpe de decreto en 1999 para facilitar que las empresas de la zona pudieran ampliar su producción más allá de las fronteras del Penedès y contar con una marca. Las bodegas de la comarca no están preocupadas por el tirón de los vinos Catalunya, ya que consideran que eso les ayuda a mejorar la calidad de su DO.

Muchos vinos del Penedès han cambiado de etiqueta en los últimos años. "La bajada del Penedès sólo se debe al traspaso de ventas a la DO Catalunya", sostiene el director del Instituto Catalán del Vino (Incavi), Joan Aguado.

Albert Milà, propietario de Mas Comtal, una bodega familiar de esta comarca, se mantiene fiel a la DO Penedès y produce unas 180.000 botellas anuales. Es partidario de aprovechar el crecimiento de la DO Catalunya para hacer un Penedès más selecto, más exigente con las condiciones que deben cumplir los caldos. "Hay mucho vino Penedès que no tiene calidad suficiente y ésa es parte de la pobre imagen que tiene la marca", explica Milà.

El director de la DO del Penedès, Josep Ribes, quita hierro al descenso de la venta de los vinos, que viene ocurriendo desde 2000. A su juicio, el crecimiento de la DO Cataluña -duplicó sus ventas entre 2000 y 2004, hasta superar los 40 millones de botellas anuales- ha compensado la baja del Penedès y "ha ido acompañado de un aumento de la calidad en la zona, ha obligado a subir el listón", precisa Ribes.

La DO Catalunya es relativamente desconocida para muchos consumidores, pero, según Ribes, ha encontrado su hueco en el extranjero. Y es que mientras que la marca Penedès se vende mejor en el mercado español, los vinos de Catalunya tienen más tirón en el exterior, sostiene Ribes.

Un mismo productor tiene vinos de una u otra denominación. Por ejemplo, Torres, una de las primeras bodegas de Cataluña y España, con sede en Vilafranca del Penedès, produce vinos de ambas denominaciones.

El problema de imagen que los vinos del Penedès tienen en el mercado radica en que hasta hace relativamente pocos años las viñas estaban orientadas a producir la base del cava y otros vinos espumosos, que requieren menos calidad, y hace pocos años que se produce vino de alta calidad. Ésta es al menos la explicación que da Albert Milà y otros elaboradores de la zona.

El mercado del vino no resulta nada fácil para los caldos catalanes en un contexto tan competitivo como el español, donde la producción del Penedès se las tiene que ver con potentísimas denominaciones de origen como Rioja y Ribera de Duero. Las ventas de denominaciones catalanas como Priorat y Costers del Segre, han tenido un comportamiento irregular en los últimos años. Y es que más de la mitad del vino que se bebe en Cataluña no procede de Cataluña.