Hay una habitación azul en Atocha que conduce hasta el cielo. Se entra atravesando una mampara de cristal. El límite con otro mundo. Un mundo azul cobalto, un lugar con tintes oníricos, un rincón de cristal que hace temblar el espacio. Y está justo donde estaba antes la sucursal de un banco, justo a la izquierda de los tornos del metro.
Si el actual fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, solicita -como parece probable a juzgar por fuentes de su entorno- la vacante de teniente fiscal del Tribunal de Cuentas, el Gobierno se la daría y le sustituiría por un fiscal afín al ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo.
SUSANA HIDALGO | Madrid
Sólo el 6% de los empleados de la construcción son mujeres, unas 18.000. De ellas, 1.000 están en el andamio
El cielo de Madrid atrajo ayer todas las miradas no por la belleza de sus azules puros, sino porque el viento zarandeó las copas de los árboles, cartelas, banderas y tiestos. Su furia arrancó ramas, troncos y árboles enteros, en ocasiones de cuajo.