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Vientos huracanados arrancan árboles de cuajo y obligan a cerrar cuatro parques

Al menos 33 ejemplares, sanos y de gran porte, quedaron cercenados en el Retiro

El cielo de Madrid atrajo ayer todas las miradas no por la belleza de sus azules puros, sino porque el viento zarandeó las copas de los árboles, cartelas, banderas y tiestos. Su furia arrancó ramas, troncos y árboles enteros, en ocasiones de cuajo. Fue el caso del Retiro, donde vientos de hasta 100 kilómetros por hora, a partir del mediodía, abatieron al menos 33 árboles, algunos sanos y de gran porte, dejando ver incluso su cepellón. También los parques de Eva Duarte, Fuente del Berro y Quinta de los Molinos fueron cerrados al público hasta hoy a las tres. Los bomberos realizaron más de 300 salidas.

"Por razones de seguridad, dadas las condiciones meteorológicas, este parque permanecerá cerrado hasta mañana [por hoy] 8 de marzo, a las 15.00 horas". Pequeños carteles como éste, firmado por la Dirección General de Patrimonio Verde, de la Concejalía de Gobierno de Medio Ambiente, sellaron muchas de las 18 puertas del parque del Retiro, donde a media tarde, los paseantes fueron instados a abandonarlo, a consecuencia de la virulencia con la que arreciaba el viento, que se desencadenó furiosamente a partir de la una y media del mediodía.

Las ráfagas de viento que llegaron a alcanzar 100 kilómetros de velocidad -130 kilómetros se consideran huracán- se cebaron especialmente con los cedros. El mayor número de ejemplares abatidos corresponde a esta especie y afectó, sobre todo, a ejemplares plantados en pradera. Las copiosas lluvias caídas en los últimos días, que han ablandado estos suelos, así como las numerosas obras de compactación de terrizos que, si bien impiden la creación de charcos y polvaredas, obstaculizan la nutrición de las raíces arbóreas, además de violencia del viento, generaron una conjunción de factores muy dañina para el arbolado del Retiro. El parque cuenta con una superficie de 118 hectáreas y hasta 17.000 árboles y arbustos. Pinos piñoneros, almeces y aligustres, por este orden, resultaron asimismo muy dañados.

El área más castigada fue una cercana al polideportivo de La Chopera, junto al Bosque del Recuerdo, un jardín de afilados cipreses creado hace dos años en conmemoración de las víctimas del 11 de marzo de 2004. Asimismo, centenares de ramas de grandes dimensiones se precipitaron estruendosamente al suelo en la zona del paseo de Coches -uno junto a un grupo escultórico dedicado a Ramón de Campoamor-, en las inmediaciones de la Rosaleda, en los Jardines de Cecilio Rodríguez y en una ría cercana al mencionado bosque. En esos parajes, los huecos dejados por otros árboles han afectado la estabilidad de los ejemplares vecinos, según varios jardineros del parque.

Centenares de personas que frecuentan el Retiro para hacer footing se mostraban ayer cariacontecidas cuando vieron sus puertas vedadas a su paso; pero muchas de ellas optaron por proseguir sus ejercicios a lo largo del perímetro ajardinado, a través de las calles de Alfonso XII y Menéndez Pelayo. "Hélas" (equivalente a un 'hay que fastidiarse') se lamentaba un corredor francés. Una mujer, que aseguró ser funcionaria dedicada a tareas de vigilancia, telefoneó a este periódico a primera hora de la noche y dijo que quedó encerrada dentro del Retiro sin que nadie le avisase de que estaban desalojándolo, informa Álvaro Corcuera. Fuentes municipales negaron su testimonio y señalaron que los vigilantes ayudaron al público a desalojar.

Por su parte, fuentes de la Concejalía de Medio Ambiente informaron de que el cierre de los parques se decidió "preventivamente" y de una manera "suave", para evitar enojo a cuantos los frecuentan. A primera hora de la noche aseguraban desconocer aún el número de árboles abatidos por el viento.

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El trasiego de camiones con ramas y troncos fue constante, desde el cierre, sobre todo por la puerta del Ángel Caído, que mira a la cuesta de Claudio Moyano. Precisamente, en el cercano Jardín Botánico, el viento derribó ayer un tejo de grandes dimensiones, según fuentes del personal de este recinto arbóreo, de ocho hectáreas de superficie, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Hace unos días, dos arizónicas cayeron al suelo en la pradera frente al pabellón Juan de Villanueva.

Funcionarios del palacio de la Moncloa sujetan las banderas zarandeadas por la fuerza del viento. 

Un árbol fue arrancado de cuajo en la avenida del 25 de Septiembre.
 / CLAUDIO ÁLVAREZ
Un vigilante coloca un cartel que anuncia el cierre del Retiro.
Funcionarios del palacio de la Moncloa sujetan las banderas zarandeadas por la fuerza del viento. Un árbol fue arrancado de cuajo en la avenida del 25 de Septiembre. / CLAUDIO ÁLVAREZ Un vigilante coloca un cartel que anuncia el cierre del Retiro.EFE
Un árbol fue arrancado de cuajo en la avenida del 25 de Septiembre
Un árbol fue arrancado de cuajo en la avenida del 25 de Septiembre

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