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El fiscal jefe de Madrid prepara su relevo

Eduardo Esteban se perfila como sustituto de Moix en la fiscalía más importante de España

Si el actual fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, solicita -como parece probable a juzgar por fuentes de su entorno- la vacante de teniente fiscal del Tribunal de Cuentas, el Gobierno se la daría y le sustituiría por un fiscal afín al ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo.

La Fiscalía de Madrid tramita algunos de los sumarios más importantes de España

El relevo de Moix sería el actual presidente de la Unión Progresista de Fiscales, Eduardo Esteban, si bien el cambio en la jefatura está supeditado a que Moix acceda a la segunda jefatura del Tribunal de Cuentas. Moix fue elegido hace cuatro años por el ex fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, del PP, en sustitución de Fernández Bermejo, a quien el PP convirtió en su enemigo más acérrimo dentro del mundillo judicial.

Tal fue el enfrentamiento entre el ex ministro de Justicia del PP José María Michavila y Bermejo que el Gobierno de José María Aznar llegó a cambiar la ley para eliminar el carácter vitalicio de los fiscales jefes y así poder sustituir -como de hecho ocurrió- no sólo a Bermejo, sino también a otro de sus ogros, el ex fiscal jefe Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo. Este periódico intentó ayer, sin éxito, hablar con Moix para ver si es él quién ha pedido la citada plaza del Tribunal de Cuentas o, por el contrario, se la han ofrecido a cambio de dejar la jefatura de Madrid.

Fuentes gubernamentales dan casi por seguro el relevo de Moix, si bien, aseguran que todo está supeditado a que él acepte hacerse cargo de la tenencia fiscal del Tribunal del Cuentas. Si Moix no pidiera esa plaza, no habría ningún cambio, puesto que el mandato de fiscal jefe dura cinco años y a Moix aún le queda uno, por lo que es inamovible.

"Todo esto forma parte de una estrategia de Bermejo, porque Moix, en la etapa del PP, se atrevió a relevarle en la jefatura de la fiscalía", señalaron ayer varios fiscales de Madrid. "El perfil de Moix, aunque fuese un nombramiento del PP, es menos político que el de Bermejo y más burócrata. Moix lo está haciendo bien, y además, con su llegada, varió el talante y algunos hábitos de la fiscalía: por ejemplo, cambió por el sosiego la mano dura que impuso Bermejo en su etapa", comentó uno.

La reciente llegada Bermejo a la cartera de Justicia ha espoleado el anhelo del Gobierno por poner a un hombre de su confianza en la jefatura de la Fiscalía de Madrid. Por ella pasan casi todos los asuntos penales de la capital de España; es el departamento con más fiscales del país -más de 200- y por las manos del jefe pasan inevitablemente sumarios que terminan marcando agendas políticas.

Cuando el gobierno del PP, en la etapa del ex ministro de Justicia José María Michavila, limitó a cinco años los mandatos de los jefes con el objetivo de apartar a los fiscales más díscolos, a Bermejo no le agradó en absoluto que Moix aceptara relevarle en la jefatura.

Su posible sustituto al frente de la Fiscalía del Tribunal Superior de Madrid, Eduardo Esteban, forma parte, junto al actual secretario de Estado de Interior, el fiscal en excedencia Antonio Camacho, del grupo de amigos de Bermejo.

Esteban trabajó en la Fiscalía de Madrid hasta hace unos tres meses. Luego se incorporó a la fiscalía del Tribunal Constitucional. La asunción de la Fiscalía de Madrid por parte de Esteban conllevaría, si es que finalmente se produce, un problema de incompatibilidad: su esposa es también fiscal de Madrid. Para acceder a la jefatura, la esposa de Esteban debe renunciar a su puesto, aunque otra opción sería que el Gobierno le busque un puesto en un departamento judicial ajeno a la fiscalía. La ley prohíbe que un familiar directo del jefe esté bajo sus órdenes.

Al Gobierno le interesa tener a un hombre de confianza en la Fiscalía de Madrid y por eso no ven con malos ojos la opción de que Moix se vaya al Tribunal de Cuentas del Estado. De esta forma, nombraría para la jefatura de Madrid a un fiscal de su cuerda, tal como hizo con la jefatura de la Audiencia Nacional en la época del fiscal Eduardo Fungairiño. A Fungairiño, el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, le invitó a dejar el puesto tras reprocharle que no acataba sus instrucciones. No es éste el caso de Moix, quien, por ejemplo, ha logrado que la junta de fiscales decanos de Madrid vote en contra de llevar a juicio el caso del ácido bórico por inexistencia de delito. Casi todas las actuaciones de Moix han sido acordes con el criterio de su superior jerárquico, Conde-Pumpido. Habitualmente, la correa de transmisión entre Conde-Pumpido y Moix ha sido la secretaria general técnica, Elvira Tejada, ex fiscal de Madrid y esposa de Javier Zaragoza, relevo de Fungairiño en la jefatura de la Audiencia Nacional.

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo.
El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo.BERNARDO PÉREZEl fiscal jefe Manuel Moix.

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