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EE UU afirma que las críticas europeas a la CIA minan la lucha antiterrorista

El asesor jurídico de Rice confirma que no se extraditará a los 26 agentes reclamados por Italia

Ana Carbajosa

Las críticas a las actividades ilegales de la CIA en Europa y las órdenes de detención de agentes cursadas por Alemania e Italia han provocado "un enfriamiento de la cooperación entre los servicios de espionaje estadounidenses y europeos". Así lo asegura John Bellinger, el asesor jurídico del Departamento de Estado, que esta semana ha cruzado el Atlántico para limar diferencias con sus aliados europeos sobre los límites legales de la guerra contra el terrorismo. EE UU no entregará a los 26 agentes para los que la justicia italiana pide la extradición por el secuestro de un clérigo egipcio en Milán.

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A pesar de que los países europeos aseguran que no tienen intención de desmarcarse de las Convenciones de Ginebra que regulan el trato a los detenidos en tiempos de guerra, Bellinger aseguró ayer en una entrevista con este diario que "cada vez más europeos reconocen que las leyes existentes no sirven para combatir la amenaza de Al Qaeda".

Desde que la opinión pública europea se escandalizara tras conocerse los secuestros de sospechosos de terrorismo en territorio europeo y su traslado a países terceros para ser interrogados en ocasiones bajo tortura, así como la existencia de cárceles secretas, algunas de ellas posiblemente en Europa, Bellinger viaja con regularidad al viejo continente para tratar de apagar fuegos y convencer a los socios europeos de que la legalidad internacional vigente no sirve para librar el nuevo tipo de guerra, la que Washington declaró tras el 11-S y que no se libra entre Estados, sino contra la organización terrorista Al Qaeda.

Este hombre, de sonrisa perpetua y palabras medidas, asegura que ha observado entre sus colegas europeos -políticos, juristas y académicos- "un creciente reconocimiento de que la amenaza de Al Qaeda no encaja muy bien en las Convenciones de Ginebra". Y cita como ejemplo el informe de la presidenta del Senado belga, Anne Marie Lizin, o el de la comisión de Asuntos Exteriores de los Comunes, que concluye que "las Convenciones de Ginebra fallan a la hora de proporcionar la protección necesaria, les falta claridad y están desfasadas".

Éste es precisamente el argumento que Washington utiliza para justificar la detención indefinida de prisioneros sin cargos en Guantánamo, el secuestro de sospechosos que considera peligrosos y su traslado a cárceles clandestinas previo paso por países intermedios donde los reos son torturados. Al no reconocer la legislación internacional, el Gobierno de Estados Unidos se libera las manos para dictar leyes nacionales a la medida de las necesidades que dicta la guerra contra el terror.

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La del martes fue la quinta reunión que Bellinger mantuvo con representantes de los Veintisiete y de las instituciones europeas.

Fuentes del Consejo Europeo aseguraron ayer, sin embargo, que los países de la UE se aferran a la legalidad internacional vigente. "Cada uno de los países de la UE suscribe todos los artículos de las Convenciones de Ginebra. No las ponemos en duda porque las circunstancias políticas internacionales hayan evolucionado", indicaron las fuentes.

Bellinger se mofó además de la supuesta ignorancia de los europeos sobre las actividades de la CIA en su territorio. "Los europeos no deberían estar tan sorprendidos de que se han llevado a cabo acciones de espionaje. Cooperamos los unos con los otros". ¿Pero estaban informados del programa de rendiciones [los secuestros de sospechosos]? "No hablaré de casos particulares, pero en general, por supuesto que ha habido una buena cooperación entre EE UU y los países europeos en el marco de la guerra contra el terror". Y sugirió que todas las acciones de espionaje se llevaron a cabo con el consentimiento de los socios europeos. "Respecto a las detenciones extrajudiciales, sólo diré que respetamos la soberanía de nuestro aliado europeo".

Brecha transatlántica

El asesor jurídico de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, alertó de que la brecha transatlántica abierta respecto a qué se puede y qué no se puede hacer en la "guerra contra el terror" ha minado la cooperación entre los servicios de espionaje de un lado y otro del Atlántico. "La continua amenaza de cargos criminales daña la cooperación de los servicios secretos", y continuó, "los agentes se muestran ahora más cautelosos". Bellinger anunció también que aún no han recibido la orden de extradición italiana que pide la entrega de 26 agentes de la CIA, acusados de secuestrar al clérigo Abu Omar en 2003, en Milán, a plena luz del día. "Si la recibimos, no extraditaremos a agentes estadounidenses a Italia", declaró por la mañana a un grupo de periodistas.

El asesor jurídico del Departamento de Estado, John Bellinger.
El asesor jurídico del Departamento de Estado, John Bellinger.REUTERS

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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