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La campaña electoral en Cataluña

Montilla acusa a Mas de haber dejado un "agujero negro" de 1.000 millones de euros en la Generalitat

El PSC apela a la "responsabilidad" de Duran para aprobar los presupuestos del Estado

Miquel Noguer

Mientras el rival convergente jugaba en campo contrario, en el feudo socialista de Cornellà de Llobregat, el candidato del PSC, José Montilla, se refugió ayer por la tarde en la plaza segura de Santa Coloma de Gramenet para lanzarse desde allí a la yugular de Artur Mas. En un nuevo formato de mitin, sin escenario, sin atril, sin chuletas a la vista y hasta abierto a las preguntas de determinados simpatizantes, Montilla acusó a Artur Mas de haber dejado la Generalitat con "un agujero negro de 1.000 millones" cuando fue consejero de Economía. "Mas fue un pésimo gestor", concluyó un Montilla, que se pasó el mitin presumiendo de ser todo lo contrario y echando cuentas para demostrarlo. Sobre guarderías, sobre becas de comedor y hasta sobre impuestos, que, por cierto, prometió no incrementar.

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Montilla continuó, en su primer día de campaña, advirtiendo de las tinieblas que se cernerían sobre Cataluña si Artur Mas y su equipo accedieran al Palau de la Generalitat. Evitó hacer referencia directa a los casos de corrupción que afectaron a los gobiernos de Jordi Pujol, pero no tuvo reparos en recordar cómo estaban las finanzas de la Generalitat cuando Pasqual Maragall y el tripartito llegaron al poder: "Con un agujero negro de 1.000 millones de euros".

Un agujero negro que, en sintonía con lo que dice el argumentario de campaña del PSC, sólo se ha podido tapar por la perseverancia y el buen hacer de quien, casualmente, es el número dos de Montilla en las listas de Barcelona: Antoni Castells.

Ante unas 300 personas, en su mayoría jubilados, Montilla echó mano del programa más estrictamente social del PSC y de otra arma todavía más poderosa cuando se trata de caldear un mitin: Manuela de Madre. La locuaz vicepresidenta del PSC, sentada en un taburete y micrófono en mano, contó chistes, ironizó sobre los convergentes y, sobre todo, abrió fuego en el flanco que más aterroriza a los socialistas: la desmovilización de su electorado a apenas dos semanas de las elecciones.

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De Madre reflexionó en voz alta sobre cómo es posible que en Cataluña gane CiU cuando, dijo, "los socialistas somos más". Apelando a evitar que se repita esta circunstancia, De Madre lanzó una llamada, en castellano y a viva voz, a acudir masivamente a las urnas el 1 de noviembre. "Yo no me quedo en casa para que TV-3 pueda seguir diciendo que en Cataluña hay una mayoría nacionalista", sentenció.

La vicepresidenta de los socialistas catalanes lanzó esta llamada a la participación en una jornada en que el PSC recibió un dato más que positivo para sus intereses, que fue recibido como una auténtica bocanada de aire fresco: la primera encuesta que sitúa al PSC por delante de CiU en intención de voto. Se trata del estudio del instituto Opina para la cadena SER según el cual socialistas y nacionalistas podrían empatar a 43 diputados con una ligera ventaja de los socialistas en intención de voto. Respecto al DVD de Convergència i Unió sobre el tripartito, del que los nacionalistas han distribuido un millón de copias, proclamó: "Un millón de vídeos para ellos y un millón de votos para nosotros".

Pero, por lo que pueda ser, los socialistas continúan tratando de movilizar a su electorado advirtiéndole de que, si gana Artur Mas, el Partido Popular volverá a ser decisivo en Cataluña. Ayer, Montilla volvió a recriminarle a CiU que mientras que Mas firma ante notario que no pactará con el PP, hoy mismo podría verse la fotografía conjunta de ambos partidos rechazando los presupuestos del Gobierno central para Cataluña en el Congreso. Eso sí, Montilla se guardó mucho de criticar a ERC en este punto, pese a que en la cuestión presupuestaria el partido de Josep Lluís Carod Rovira mantiene una postura idéntica a la de CiU y, por extensión, a la del PP.

Como una pulla más hacia el candidato de CiU, José Montilla quiso presentar a Josep Antoni Duran Lleida, presidente del Grupo Catalán en el congreso, como un hombre razonable al que le pidió que vote los presupuestos "por responsabilidad". De no hacerlo, recordó Montilla, Cataluña podría ver pasar de largo "los mejores presupuestos que el Estado ha elaborado nunca" para esta comunidad.

Este mensaje salió de la boca del candidato por la mañana, a mediodía y por la tarde. También en el acto de Santa Coloma de Gramenet, en el que Montilla quiso romper con su imagen de hombre tímido y distante con un atrevido formato de mitin. El candidato socialista apareció en escena rodeado de público, con un micrófono inalámbrico acoplado en una oreja y sin el apoyo de los papeles que casi siempre le acompañan en sus intervenciones. Los asesores de campaña hasta consideraron oportuno que el candidato socialista se enfrentara a las preguntas del público. Eso sí, sólo cinco y formuladas por personas que ya desde el principio del mitin estaban sentadas en las primeras filas, bien arropadas por los dirigentes locales del PSC.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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