La planta de Oñati pierde 90.000 euros en carne por un corte de electricidad

El matadero de Oñati fue uno de los que resistió al cierre generalizado en el País Vasco en el último año, que ha dejado como únicos centros de sacrificio el privatizado de Zorroza, Zestoa y San Sebastián (también privados) y Tolosa. A la lista se une Amurrio, aunque éste es de pequeño tamaño y atiende únicamente a ganaderos de la zona.

Oñati es propiedad de siete municipios mancomunados y los baserritarras, cuando salieron las primeras noticias de su clausura, se mostraron dispuestas a asumir la gestión. La Mancomunidad de esta comarca dijo entonces que mantendría el matadero.

Pero los ganaderos critican ahora falta de interés en la gestión y ponen como ejemplo lo ocurrido el pasado 16 de junio. Entonces, un rayo debido a una fuerte tormenta dejó sin fluido eléctrico la planta. Como era viernes, los trabajadores no se percataron de lo ocurrido hasta el día 18, cuando volvieron. El resultado fue la pérdida de unas 30 toneladas de carne, que suponen más de 90.000 euros. "No es normal que no haya un sistema de alarma ni algún tipo de vigilancia en una instalación donde cualquier fallo deja inservible la carne", señala un miembro de EHNE.

Además de Durango, ganaderos, carniceros y tratantes de Álava han creado la sociedad Haragi Artean para reabrir el matadero de Vitoria. El sindicato agrario de Álava UAGA (asociado a EHNE), ASELCAR y los tratantes se reparten al 33,3% el capital de la nueva sociedad, que quiere poner sobre la mesa un proyecto de matadero con su plan de viabilidad y fuentes de financiación en octubre. Afirman que, si contaran con las ayudas públicas de Zorroza, su matadero sería un éxito.