_
_
_
_
Reportaje:

El 'Al Capone' de la ciencia

El investigador coreano Hwang puede acabar en la cárcel por fraude fiscal

En menos de dos años, Hwang Woo-Suk ha pasado de ser el orgullo nacional de Corea del Sur a serio candidato a residir en un penal. Este veterinario saltó a la fama en febrero de 2004 cuando publicó en la revista Science -la biblia de los investigadores- sus sorprendentes resultados sobre clonación de embriones humanos y la obtención de células madre a partir de ellos.

Hwang había sorprendido a todos sus competidores, y convirtió de golpe a Corea del Sur en una potencia biotecnológica por delante de países como Estados Unidos, Reino Unido y Singapur. Pero para conseguir este aparente éxito, Hwang utilizó un atajo: se inventó los datos.

El engaño tardó casi dos años en ser desenmascarado. Mientras tanto, el científico vivió 20 meses de fama. Y de dinero. En total recibió 37.000 millones de wons (casi 32 millones de euros) para que continuara sus ensayos. De ellos, la mayor parte (el 84%, unos 31.000 millones de wons) fueron fondos del Gobierno, que impulsó los trabajos de su más firme candidato al Nobel. El resto fue aportado por instituciones privadas. El veterinario se preocupó de alimentar la leyenda con anuncios como el que hizo en mayo de 2005 de que iba a intentar obtener células pancreáticas y neuronas.

La malversación de más de 5,3 millones de euros puede costarle al veterinario 10 años de prisión
Más información
El científico coreano Hwang responde ante los jueces por el escándalo de la clonación

Como un Al Capone de la ciencia, si el coreano acaba pagando por su fraude, no será por las falsas expectativas que levantó entre los enfermos, por herir el orgullo patrio de sus conciudadanos o por engañar a una comunidad que se toma tan en serio su trabajo como la científica. El Gobierno coreano, que nada más enterarse del engaño comenzó a investigar al veterinario, ha encontrado el talón de Aquiles del montaje en el fraude financiero. La fiscalía, que hace ya un mes le intervino sus ordenadores y los de sus colaboradores, le acusa de malversar 6.200 millones de wons (unos 5,32 millones de euros). El castigo, si se demuestran los cargos, puede ser de hasta 10 años de prisión.

Ayer, la fiscalía comenzó a investigar las cuentas bancarias de Hwang, según explicó un portavoz oficial al periódico The Korea Herald. Las pesquisas se centran especialmente en 2.500 millones de wons (unos 2,1 millones de euros) cuyo destino "no está claro".

La oficina de investigación afirma que Hwang no sólo se quedó con su parte del botín. Él y su secretaria desviaron a cuentas privadas 8.000 millones de wons (más de 6,8 millones de euros) correspondientes a sus colaboradores, según declaraciones de la oficina de investigación recogidas por el periódico. Hwang también pagó 50.000 dólares (41.600 euros) a su colaborador Kim Seon-jong, quien se cree que fue uno de los cerebros del fraude.

"Aunque el profesor Hwang Woo-Suk afirma que todo ese dinero se utilizó en los salarios de los investigadores y otros colaboradores [también se le acusa de haber pagado los óvulos con los que trabajaba, una práctica prohibida], no hay pruebas de ello", afirmó un portavoz de la oficina del fiscal.

Como todo árbol caído, Hwang se está quedando solo. Park Kie-young, una antigua ayudante del presidente Roh Moo-hyun, ha tenido que dimitir acusada de no llevar ningún control de los fondos para proyectos de investigación que manejaba. Entre ellos, 250 millones de wons (unos 215.000 euros) que fueron a parar a los bolsillos del científico.

Le queda el consuelo de que el perro Snuppy, el único éxito real de su carrera de clonador, le sigue siendo fiel.

Hwang llega a su trabajo en diciembre, tras estallar el escándalo de sus falsas clonaciones.
Hwang llega a su trabajo en diciembre, tras estallar el escándalo de sus falsas clonaciones.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_