El bávaro Stoiber renuncia a entrar en el Gobierno de coalición alemán
El dirigente socialdemócrata Müntefering confirma que será vicecanciller y ministro de Trabajo
La renuncia de Franz Müntefering a presidir el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) desencadenó un efecto dominó en la caótica política alemana de estos días. El designado ministro federal de Economía en la gran coalición en estado de gestación entre democristianos (CDU/CSU) y socialdemócratas (SPD), el presidente de la CSU Edmund Stoiber, renunció ayer a ocupar el cargo y continuará en Múnich como primer ministro del Estado federado de Baviera. Le sustituirá en Berlín el jefe del grupo parlamentario de la CSU en el Bundestag, Michael Glos, de 61 años.
La renuncia de Franz Müntefering a presidir el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) desencadenó un efecto dominó en la caótica política alemana de estos días. El designado ministro federal de Economía en la gran coalición en estado de gestación entre democristianos (CDU/CSU) y socialdemócratas (SPD), el presidente de la CSU Edmund Stoiber, renunció ayer a ocupar el cargo y continuará en Múnich como primer ministro del Estado federado de Baviera. Le sustituirá en Berlín el jefe del grupo parlamentario de la CSU en el Bundestag, Michael Glos, de 61 años.
Andrea Nahles, elegida el lunes por la ejecutiva del SPD para la secretaría general y manzana de la discordia que provocó la renuncia de Müntefering, mostró ayer cierta disposición a no ejercer el cargo para evitar mayores daños al partido. La ministra de Cooperación Económica, la socialdemócrata de 62 años Heidi Wiczorek-Zeul, renunció a la reelección como vicepresidenta del SPD para no obstaculizar el relevo generacional en la socialdemocracia. Müntefering aceptó ayer desempeñar, tal como estaba previsto, el cargo de vicecanciller y ministro de Trabajo si sale adelante la boda de los elefantes entre la CDU/CSU y el SPD.
El primer ministro de Renania-Palatinado, Kurt Beck, uno de los barones del SPD decidió apoyar a su homólogo de Brandeburgo, Matthias Platzeck, como presidente del partido tras la reunión que ambos mantuvieron anoche. El acuerdo será presentando hoy a la ejecutiva del SPD. De no surgir una nueva sorpresa, el congreso del día 13 en Karlsruhe elegirá a Platzeck en sustitución de Müntefering. Este congreso tendrá que aprobar también el acuerdo de un Gobierno con la CDU/CSU.
"¿Os habéis vuelto locos los políticos? Münte tira la toalla. Stoiber no quiere seguir. ¿Es el fin de la gran coalición? Ninguno piensa en nuestro país". Estos gigantescos titulares ocupaban ayer la primera plana de Bild Zeitung, alimento periodístico cotidiano de 12 millones de alemanes. "Días de caos en Berlín" y "la mayor crisis de la socialdemocracia desde el final de la guerra" eran ayer tópicos habituales en las crónicas y comentarios de los medios de comunicación.
La crisis desencadenada en el SPD por el anuncio de su presidente de que tiraba la toalla, tras la derrota de su candidato, Kajo Wasserhövel, a secretario general en la ejecutiva del partido, provocó una ola de pánico en las filas socialdemócratas ante lo que un titular calificó de "asesinato alevoso de Müntefering". Se pusieron en marcha en un todos contra todos, unido a inauditos actos de contrición en los programas nocturnos de los arrepentidos que horas antes habían votado en la ejecutiva contra el candidato de Müntefering. Las interpretaciones de lo ocurrido valían para todos los gustos y abarcaban desde "ingenuidad política" a "golpe de los sectores izquierdistas", "relevo generacional" o "ajuste de cuentas con el estilo autoritario de Müntefering".
La elegida para secretaria general Nahles se quedó muda el lunes. Recuperó la palabra ayer al mediodía para declarar que "ante todo, el partido", y añadir que no está dispuesta a una matanza pública. No excluye Nahles retirar su candidatura, aunque advirtió de que "el apoyo recibido en la ejecutiva muestra que no se trata de la carrera personal de Andrea Nahles, sino de la dirección del partido".
Relevo en el SPD
El relevo generacional en el SPD recibió ayer el apoyo de la veterana Wieczorek-Zeul, que 24 horas antes se había resistido con uñas y dientes a ceder su puesto de vicepresidenta del SPD. El puesto de Wieczorek-Zeul como vicepresidenta del SPD podría servir para compensar a Nahles de su renuncia a la secretaría general.
Por su parte, Stoiber abandonó a mediodía Berlín con la certeza de su renuncia a entrar en el Gobierno de su correligionaria Angela Merkel (CDU). Desde Múnich, en una declaración de un minuto sin admitir preguntas, Stoiber dijo que "la estática" de la gran coalición queda alterada por la renuncia de Müntefering a la presidencia del SPD.
Tres veces mencionó Stoiber la palabra "estática" y declaró que Müntefering era una pilastra maestra del edificio. Se mostró dispuesto el primer ministro bávaro a apoyar desde Múnich la gran coalición. Según Stoiber, "la estática ha cambiado por los acontecimientos en el SPD, cuya línea y fiabilidad no están claras". En Berlín, Merkel aceptó la decisión de Stoiber y se comprometió a seguir la negociación para llegar a una gran coalición con "optimismo, esfuerzo y alegría".
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