Arranca en Altamira un nuevo itinerario de arte rupestre
Ocho regiones, 500 yacimientos, el 30% del arte rupestre europeo es lo que engloba el nuevo itinerario cultural nacido tras la firma de un protocolo por los representantes de las zonas implicadas y la inauguración de la exposición Primeros pobladores y arte rupestre del sudoeste de Europa.
El pasado diciembre arrancó la iniciativa de promocionar de forma conjunta el arte rupestre de ocho regiones (Cantabria, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Comunidad Valenciana, Andalucía y Ariège-Pyrénées, al sur de Francia) que conservan un patrimonio de yacimientos prehistóricos de fama internacional. Justamente cuando Europa está en medio de una crisis debida al no francés y holandés a la Constitución, el proyecto pretende demostrar que en la prehistoria el arte rupestre es un hecho común a la humanidad. "En aquella época no existían fronteras. Había una cultura de intercambio entre sitios alejados por 700 kilómetros", destacó el responsable del yacimiento Ariège, Pascal Alard.
Además, el itinerario está abierto a otras comunidades autónomas. En palabras del consejero de Cultura de Cantabria, Francisco Javier López Marcano, "es un proyecto aglutinador. Cuantas más regiones se incorporen, más fuerza cobrará". Ya han mostrado interés otras zonas en España, Portugal y el sur de Francia. El Reino Unido está barajándolo.
Ocho regiones
La primera actividad que se ha fraguado es la exposición, de carácter divulgativo, que recorrerá las ocho regiones, y que pretende invitar a los ciudadanos a disfrutar de la experiencia que supone visitar un yacimiento arqueológico, concretamente los 50 accesibles de los 500 que hay en estas regiones. "Esta exposición es un escaparate para que la gente sepa que se puede conocer de forma directa y sensorialmente. El arte rupestre hay que experimentarlo, vivirlo, visitarlo. No vale con verlo en libros o exposiciones", explicó el comisario, Ramón Montes. De momento, la muestra estará en el museo de Altamira hasta septiembre.
La muestra se divide en tres partes. La primera explica la evolución del hombre en la prehistoria desde que el Homo sapiens salió de África y se trasladó al continente europeo, a través de paneles con fotografías y textos cortos en español y francés. La vitrina que mejor ilustra el progreso humano contiene reproducciones de cerebros en las distintas épocas y las herramientas que utilizaban en cada uno de ellas. El segundo espacio muestra el nacimiento del arte rupestre hace 35.000 años, con la llegada del Homo sapiens a Europa. También se exponen los instrumentos que utilizaban para pintar, cómo iluminaban las cuevas, etc. Después, hay paneles informativos de los yacimientos que se pueden visitar en cada una de las regiones y fotografías o reproducciones de la pintura más representativa de cada una de ellas. Por ejemplo, en el espacio de Cantabria se reproduce uno de los bisontes pintados en la cavidad de la cueva de Altamira.
