Pinochet, internado en un hospital militar por un accidente vascular
Los detractores del ex dictador sospechan que es una argucia para eludir los tribunales
El ex dictador Augusto Pinochet sufrió ayer un accidente cerebro-vascular con pérdida de conciencia, por el que fue trasladado a un hospital militar, donde quedó internado. Según el primer informe médico, permanecía con sus signos vitales estables y recuperación parcial de conciencia. Pinochet seguirá bajo observación al menos hasta hoy, en vísperas de que la Corte de Apelaciones de Santiago resuelva mañana el recurso de amparo interpuesto por su defensa.
El recurso es el instrumento que esgrimieron los abogados de Pinochet para responder al proceso iniciado por el juez Juan Guzmán, en el que se señala al ex dictador como autor de nueve secuestros y un homicidio en el marco de la Operación Cóndor, la coordinación de los aparatos represivos de las dictaduras suramericanas, y ordenara su detención domiciliaria. El portavoz del ex dictador, el general retirado Guillermo Garín, contó que Pinochet estaba desayunando ayer en su residencia en el lujoso barrio de La Dehesa, en Santiago, cuando repentinamente "se sintió mal". El médico que siempre lo acompaña se preocupó creyendo que era un infarto cerebral y resolvió trasladar al general en ambulancia hasta el hospital militar.
La comitiva de seis vehículos y dos motoristas, con escolta militar y policial, ingresó en el recinto a las 9.55; poco después lo hizo su esposa, Lucía Hiriart, y más tarde dos de sus hijos y Garín. Marco Antonio Pinochet, hijo menor del ex dictador, desafió públicamente al juez Guzmán: "Me gustaría que viniera a verlo [a su padre] para que se cerciore de lo mal que está".
Casi una hora después de la hospitalización, el comandante en jefe del Ejército, el general Juan Emilio Cheyre, visitó el hospital, del que salió a las cuatro horas sin hacer declaraciones. El director médico del hospital militar, Lyonel Gómez, informó de que el nuevo accidente cerebro-vascular de Pinochet le provocó "pérdida de conciencia, déficit neurológico y alteración de su motricidad". Agregó que el general ha evolucionado con signos vitales estables y está recuperando la conciencia, por lo que seguirá internado y se le practicarán más exámenes.
Después de que el viernes los abogados defensores y querellantes alegaran por el amparo de Pinochet ante su procesamiento, circularon versiones en tribunales sobre que el ex dictador ingresaría en un hospital militar como lo ha hecho en otras ocasiones en que la justicia debe adoptar resoluciones importantes sobre su futuro. Ese mismo día, acompañado por su escolta, Pinochet concurrió hasta su oficina privada y después visitó a su dentista.
A los 89 años, Pinochet padece de diabetes, que le ocasiona descompensaciones, tiene obesidad y ha sufrido varios infartos cerebrales. Dos de los tres médicos que le examinaron concluyeron que padece demencia subcortical moderada. Sin embargo, a la vez ha mostrado capacidad, habilidad y lógica para contestar de forma coherente a los jueces, al punto de no asumir responsabilidad sobre sus crímenes y endosársela siempre a sus subordinados, y es capaz de discernir el bien y el mal.
En el fallo en que lo procesó por 10 crímenes de la Operación Cóndor, el juez Guzmán explicó esta paradoja. Según él, Pinochet tiene un estado físico bastante deteriorado, que se traduce en dificultad para caminar, sordera, lentitud, ahogos e hinchazón en su cara, aunque sus facultades mentales muestran que "tiene coherencia y continuidad en sus ideas, se ubica en el tiempo y en el espacio, utiliza la lógica en la elaboración de las ideas y responde en forma directa y simple".
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