Rato 'vende' la reforma de las pensiones en Europa

"Dejamos un superávit. Eso está ratificado por la Intervención del Estado y por Eurostat", respondió Rodrigo Rato, director gerente del FMI, a una pregunta durante el almuerzo de cortesía con la prensa española en Washington el pasado martes 28 de septiembre. Rato había advertido momentos antes de que no entraría en detalle sobre España, pero con su respuesta intentó despejar cualquier duda sobre las cuentas públicas al dejar su cargo de ministro de Economía y vicepresidente primero. Rato se presentará hoy de largo por primera vez ante una asamblea anual del FMI en la tradicional rueda de prensa, acompañado por el jefe de prensa, Thomas Dawson.

En la comida, Rato insistió en una de sus obsesiones: la política de reformas. Según explicó, los gobiernos deben aprovechar esta fase de recuperación económica para acometer planes para reformar, por ejemplo, el sistema de pensiones, dado el hecho de que el envejecimiento de la población, en especial, en Europa, exigirá replantear el sistema de pensiones.

El FMI estima ahora que no existe en la Unión Europea mucho margen de tiempo. El economista jefe del FMI, Raghuram Rajan, en sintonía con Rato, dijo ayer que "la palabra urgente es adecuada, porque no hay mucho tiempo antes de que el tema comience a pesar, antes que los jubilados empiecen a incrementar su número, y esto va a ser importante". Rajan vaticinó, por ejemplo, que este asunto se convertirá en una gran asignatura política europea. "Ahora se necesitará ampliar algo de dolor a gente a la cual se le ha asegurado una muy buena pensión. Nosotros vemos esta reforma como un paquete de medidas. No puede hacerse de manera aislada. Si uno quiere extender la vida laboral, también hay que ofrecer a las personas mayores la oportunidad de trabajar, aumentando la flexibilidad de los mercados laborales".

Rato parece asumir que Argentina no se convertirá, como ocurrió con su antecesor, el alemán Horst Khöler, en un dolor de cabeza para él. Al hablar sobre el asunto, el director gerente volvió a subrayar que el crecimiento de la economía argentina en los últimos dos años no es suficiente para superar la crisis de 2001 y 2002 y que el país latinoamericano sólo podrá salir adelante con la reestructuración de la deuda actualmente en negociación (bonos vencidos por 96.000 millones de dólares) y una política permanente de reformas. "El problema no es crecer dos años. El problema es asegurar que se seguirá creciendo", dijo.