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Identifican 9 genes implicados en la muerte súbita del lactante

España registró 93 fallecimientos de bebés por esta causa en 2001

Un equipo de investigadores de la Universidad de Rush, en Chicago (Illinois), ha identificado nueve genes implicados en la muerte súbita, la primera causa de fallecimientos de bebés en los países desarrollados, sin que se sepa aún el porqué. El resultado del estudio apunta al denominado sistema nervioso autónomo. El Instituto Nacional de Estadística registró 93 muertes con este diagnóstico en 2001.

Científicos de la Universidad de Pittsburg (Pensilvania) han colaborado en este estudio, que ha dirigido Debra Weese Mayer y que publicará la revista Pediatric Research en septiembre. Para esta investigación se ha comparado el material genético de 92 bebés fallecidos por muerte súbita con el de 92 niños que han sobrevivido como mínimo cinco años.

El resultado apunta al denominado sistema nervioso autónomo, una parte del sistema nervioso periférico. Este sistema se caracteriza porque funciona de manera involuntaria (el individuo no puede activarlo conscientemente como el sistema motor, por ejemplo), y controla funciones viscerales del cuerpo. Se activa principalmente por centros situados en la médula espinal, el tallo cerebral y el hipotálamo. "Durante años, la muerte súbita del lactante ha sido un misterio, pero para mí es un rompecabezas en el que cada descubrimiento encaja como una nueva pieza", ha dicho Weese-Mayer a Reuters. "Si se desrregula el sistema nervioso autónomo por una situación de estrés, se pierde la resistencia. El pulso cardiaco y la respiración pueden no ser capaces de adaptarse y, simplemente, se paran. Esto es lo que ocurre con los bebés", añadió.

La investigación ha descubierto que en 14 de los niños que fallecieron por muerte súbita se producían 11 diferentes mutaciones de una proteína, mientras que en los niños sanos estas variaciones genéticas se daban sólo en dos casos. Además, el 71% de los alteraciones ocurrían en bebés negros, lo que coincide con los datos experimentales que demuestran que el síndrome es más común en niños de esa raza y refuerza la hipótesis genética como causa.

Pese al descubrimiento, los científicos no descartan otros factores implicados. La recomendación de que los bebés duerman boca arriba ha reducido la incidencia de la enfermedad a la mitad, indican los autores del trabajo.

Además, los nueve genes identificados no son los únicos: en julio un equipo de Phoenix (Arizona) descubrió entre el colectivo de los Amish que la muerte súbita estaba asociada con una malformación en los genitales de los bebés, entre otros hallazgos que apuntan a que la base genética es aún más amplia.

Un grupo de bebés en una maternidad.
Un grupo de bebés en una maternidad.ASSOCIATED PRESS

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