El Gobierno reformará la ley del aborto en 2006, tras "un debate social y político"

El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, precisó ayer que el Gobierno no reformará el Código Penal en materia de aborto antes de 2006. Añadió que el establecimiento de una ley de plazos (aborto por decisión de la mujer en las primeras semanas) irá precedido de un "debate social y político cuajado". El ministro no ve la reforma como "prioritaria", opinión que comparte en el grupo parlamentario socialista Diego López Garrido. El PP calificó la postura gubernamental de "rectificación", e IU teme que el Ejecutivo "se apunte" a la postura hostil de la Iglesia.

En entrevista difundida el pasado domingo por Europa Press, López Aguilar manifestó que el Gobierno acometerá "en el curso de la legislatura" un "debate social razonable" sobre el aborto. Ayer concretó a este periódico que la reforma de la normativa sobre interrupción del embarazo "no va a ser prioritaria", será posterior a ese debate y, en todo caso, no se incluirá "entre los proyectos previstos para 2005". El ministro explicó que tras el verano abordará la reforma del Código Civil sobre disolución del matrimonio e impulsará la regulación de las uniones homosexuales.

Poco después de ganar las elecciones, la entonces responsable de Igualdad del PSOE, Micaela Navarro, había anunciado que el Gobierno permitiría a las mujeres que abortaran libremente en las 12 o 14 primeras semanas, sin tener que aducir un motivo (ley de plazos). Ahora pueden interrumpir el embarazo por tres razones: riesgo físico o psíquico para la madre (no hay límite temporal, pero debe ir avalado por dictamen médico), violación (previa denuncia, en un lapso de 12 semanas) o por malformación del feto (informada por dos médicos y en un plazo de 22 semanas).

"El Gobierno debe establecer prioridades", dice Diego López Garrido, secretario general del grupo socialista. "Hay urgencias como simplificar el trámite del divorcio, o la reforma de la judicatura, o la ley sobre violencia de género, que pueden anteponerse al aborto". López Garrido sostiene que "el programa del PSOE sigue intacto". La oferta electoral socialista especificaba que se reformaría "la legislación sobre el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo para adoptar un sistema de plazos".

El secretario de Comunicación del PP, José María Michavila, consideró ayer que la postura del ministro es una "rectificación" que, "si fuera compartida por el resto del Gobierno, la damos por bienvenida". La ofensiva de la Iglesia católica contra el matrimonio entre homosexuales y contra el aborto es vista por López Garrido como elemento de consideración. "No es conveniente la confrontación con la Iglesia católica, aunque retrasar la reforma del aborto no debe ser entendido como concesión".

IU expresó ayer su temor de que el Gobierno "se apunte" a la postura de los obispos. "Nos tememos que las últimas críticas de la Iglesia, que no son de recibo, estén haciendo mella en el Gobierno", dijo José Francisco Mendi, secretario de Comunicación, que anunció que su grupo presentará tras el verano una iniciativa parlamentaria de despenalización del aborto.

Por su parte, la portavoz de la Red de Organizaciones Feministas, Ángeles Álvarez, aseguró que "la auténtica prioridad es aprobar la ley integral contra la violencia de género". Mientras tanto, considera negativo "que se abran nuevos frentes". Parecida opinión mostró la secretaria de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Rosa Pérez Villar, quien señaló que el calendario legislativo es "una cuestión de estrategia política".

La Iglesia no estuvo muda ayer. El obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea Escolano, comparó aborto y holocausto nazi. "Es un ejemplo que a veces me habréis oído", dice Gea en el escrito Políticos católicos de derechas e izquierdas. "Algunos ponen su grito en el cielo diciendo que parece mentira que un obispo ponga ese ejemplo. Pero siendo el aborto la supresión de una vida humana y, además, inocente e indefensa, ¿con qué razón se puede apoyar que el holocausto nazi es peor?".