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15 millones de niños quedan huérfanos por el VIH

Hasta ahora 4,6 millones de niños han perdido a su padre y a su madre en el África subsahariana por culpa del sida. Si se cuentan los pequeños que han perdido al menos a uno de sus progenitores en el mundo por culpa de la epidemia, la cifra ronda los 15 millones, según el informe que hizo público ayer Unicef durante la Conferencia Mundial contra el Sida de Bangkok.

Algunos de ellos son, además, dobles víctimas, porque unen a su orfandad la condición de infectados. En total, en el mundo viven 2,1 millones de niños con el VIH. Según la ONG Save the Children, en 2010 la cifra ascenderá a 3,4 millones. Casi el 90% reside en el África subsahariana, y la inmensa mayoría no recibe tratamiento. El 50% de los infectados fallece antes de cumplir dos años. Además, su escaso número -comparado con los adultos- hace que los laboratorios no hayan diseñado medicamentos y diagnósticos propios para ellos. La situación causa graves problemas en los países más atrasados, según denunció ayer la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).

"No hay mercado"

Las campañas de prevención y tratamiento de madres seropositivas han provocado que muy pocos bebés nazcan con el virus en los países ricos. La consecuencia es que "no hay mercado y las empresas no desarrollan formulaciones apropiadas", dice Fernando Pascual, farmacéutico de MSF que trabaja en Ginebra.

"Hasta ahora han sido una minoría discriminada. No son simplemente adultos pequeños. Tienen necesidades específicas en lo que respecta a pruebas y tratamientos", dice David Wilson, coordinador médico de MSF en Tailandia. "Se ven obligados a beber grandes cantidades de jarabe de sabor repugnante y a tragar grandes comprimidos, y eso si son capaces de acceder al tratamiento".

La primera dificultad para los médicos es identificar si un bebé es seropositivo, ya que los diagnósticos no son fiables en menores de 18 meses. Luego viene el problema de la ausencia de presentaciones adecuadas de antivirales, que hace compleja la administración de los tratamientos. Los médicos se ven obligados a calcular las dosis según el peso o la superficie corporal del niño y modificarlas a medida que va creciendo. Algunos fármacos deben ser diluidos con agua o refrigerados.

La falta de píldoras de baja dosificación para la mayoría de los antivirales obliga a partir los existentes. Médicos y enfermeras combinan los medicamentos amargos con vitaminas de mejor sabor. Todo esto dificulta el seguimiento de la medicación, máxime para familias con bajo nivel educativo.

Además, los precios son mucho más elevados. Mientras una combinación de dosis fija de d4T, 3TC y NVP para adultos cuesta unos 162 euros al año, la presentacion para niños (soluciones orales y jarabes) asciende a 1.056 euros.

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