El comercio, contra los derechos humanos

Las normas internacionales de comercio vulneran los derechos humanos. Así lo constatan expertos reunidos esta semana por el Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI) para debatir sobre Comercio, desigualdad y derechos humanos, en un programa de 11 universidades.

"La Organización Mundial del Comercio (OMC) dicta reglas que no parten de la justicia, sino del poder", dice Aileen Kwa, de Focus on the Global South. "Varios embajadores de países pobres en la OMC denuncian presiones de EE UU". "No hay derechos humanos sin comercio justo", plantea Gonzalo Fanjul, de Intermón Oxfam. "Los acuerdos de la OMC son crípticos, pero repercuten en el derecho a la alimentación, ahogan la agricultura del mundo pobre y permiten que la OCDE proteja a sus agricultores con 1.000 millones de euros diarios, siete veces más que la ayuda al desarrollo".

"Habría que revisar las normas de la OMC y dejar que cada país decida su proceso de reformas", dice José Antonio Alonso, director del ICEI.

Los expertos revisan la idea de que el desarrollo sea acumular capital. "La clave es crecer sosteniblemente", dice el argentino Carlos Magariños, director del programa de desarrollo industrial de Naciones Unidas, ONUDI. "Y ese crecimiento vendrá de la innovación y el cambio técnico. Algo sólo posible con un buen funcionamiento educativo".

"Las políticas públicas no deben ser sinónimo del Estado", señala el secretario general adjunto para Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, José Antonio Ocampo. "En muchos países se ha perdido el sentido de pertenencia social: hay que reconstruirlo".

"Los conflictos hoy no son tanto entre pobres y ricos como causados por la sensación de injusticia", constata Valpy FitzGerald, de la Universidad de Oxford. "Hay que aumentar la equidad, determinante para la cohesión social".