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El recinto modernista del hospital de Sant Pau acogerá el Museo de la Medicina

La obra de Domènech i Montaner albergará centros de investigación, docencia y cultura

Investigación, docencia y cultura. Éstos son los pilares sobre los que se sustentará el futuro Parque del Conocimiento de las Ciencias de la Salud y la Vida, un ambicioso proyecto que ultima el hospital de Sant Pau de Barcelona para ubicarlo en su exuberante recinto modernista. Los 16 pabellones de Lluís Domènech i Montaner, declarados Patrimonio de la Humanidad y que han albergado en la última centuria las instalaciones hospitalarias, abandonarán esta función. Uno de los pabellones acogerá el futuro Museo de la Medicina. La institución lleva 600 años ininterrumpidos de asistencia sanitaria y sus fondos documentales formarán parte del museo.

El proceso de traslado a las modernas instalaciones ya ha empezado con la puesta en marcha de los servicios de ambulatorio y asistencia primaria, y se prolongará hasta el año 2006, cuando funcionará a pleno rendimiento el ya inaugurado nuevo edificio del hospital, situado en el ángulo noreste del complejo modernista, con acceso desde la calle de Mas Casanovas. La construcción del nuevo edificio, en el que la Generalitat ha invertido 217 millones de euros y que permitirá agrupar una actividad hasta hoy dispersa por los distintos pabellones, dejará libre un espacio que suma una superficie global equivalente a nueve manzanas del Eixample. Un vastísimo espacio que "se abrirá a la ciudad", asegura el director general del Sant Pau, Josep Anton Grau Reinés, fichado por la Muy Ilustre Administración (MIA) -órgano rector del hospital que está integrado por el Obispado, el Ayuntamiento y la Generalitat- para dirigir el proyecto del nuevo hospital y el plan de usos del majestuoso recinto modernista. Grau tiene ya definidas las principales directrices del que será, según sus palabras, "el parque urbano del conocimiento de mayor envergadura de España e incluso de Europa". Tras ser sometidos a un costoso trabajo de restauración, los pabellones se convertirán en sedes de distintos organismos que se dedicarán a las ciencias de la salud y la vida. Grau admite que el proyecto, que culminará entre 2008 y 2010, es "atrevido, pero posibilista" y asegura que la implicación, en muchos casos ya comprometida, de instituciones, empresas o entidades de la sociedad civil, permitirá llevarlo a cabo.

Éstos son los principales usos que se dará a los pabellones:

- Museo de la Medicina y Museo Domènech i Montaner. El edificio principal del conjunto arquitectónico se utilizará para exhibir el valioso y voluminoso archivo histórico del hospital, que con 600 años de historia es uno de los más antiguos de Europa, así como las piezas museísticas que posee el propio centro y las que proceden de donaciones de instituciones, colegios de médicos o particulares. "Los ciudadanos podrán consultar material inédito y documentos de gran valor histórico, como los libros de contabilidad del centro sanitario desde el siglo XV y el proyecto original del complejo hospitalario diseñado por Domènech i Montaner", explica el director general. Para la divulgación de la obra del arquitecto se ha creado recientemente una fundación que lleva su nombre.

- Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares. Este organismo ya ocupa desde el pasado mes de septiembre el antiguo Convent. Se trata de un centro que pretende ser referente internacional en el campo de la investigación cardiovascular y de las enfermedades del corazón. El centro también incluye actividad docente de tercer ciclo en colaboración con las universidades catalanas.

- Facultad de Medicina. En las próximas semanas el hospital y la Universidad Autónoma de Barcelona tienen que concretar de qué forma se estrecharán las relaciones ya existentes entre ambas instituciones para la formación de médicos.

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Josep Anton Grau señala que la idea es trasladar la Facultad de Medicina y su campus al complejo modernista del hospital de Sant Pau. No sólo se impartiría formación para futuros médicos, sino también para perfeccionar conocimientos de los facultativos que ya trabajan en el centro sanitario.

- Escuela de enfermería. El hospital de Sant Pau dispone de la escuela de enfermería más antigua de España. "Queremos reforzarla para dar a esta profesión el lugar que le corresponde", explica Grau. Entre otros objetivos, se pretende que la investigación sea un hecho más frecuente en la profesión de enfermería.

- Enseñanza de las Ciencias de la Salud a escolares. En colaboración con el Instituto Municipal de Educación de Barcelona, el hospital de Sant Pau impartirá a partir del próximo curso, en uno de los pabellones modernistas, cursos sobre la salud para los alumnos de secundaria que tendrán validez como créditos para el alumno.

- Instituto para la Enfermedades Importadas e Instituto del Envejecimiento.

Al menos dos de los 16 pabellones se reservarán a la investigación y la divulgación de dos ámbitos de la salud muy vinculados a la sociedad del presente siglo. El progresivo envejecimiento de la población y el incremento de la inmigración, señala Grau, abren nuevos hitos a la sanidad que el futuro Parque del Conocimiento de las ciencias de la Salud y la vida no quiere dejar de lado.

- Guardería. Los trabajadores del hospital dispondrán de una guardería en uno de los pabellones para dejar a sus hijos en horario laboral. Este servicio, sin embargo, se abrirá también a los vecinos del barrio porque, explica Grau, ésta es una de las peticiones que han hecho llegar las asociaciones de vecinos a la dirección del Sant Pau.

- Jardín público. Entre el recinto proyectado por Domènech i Montaner y el nuevo edificio del hospital se abrirá un gran jardín para cuyo diseño se convocará un concurso al que podrán optar paisajistas de todo el mundo. "Se tratará de un espacio que, pese a estar abierto a la ciudad, debe ser una zona de tranquilidad, con áreas verdes acordes con las diseñadas por el arquitecto modernista", explica Grau.

- Cultura y turismo. Grau quiere abrir "un diálogo entre dos monstruos del modernismo": el hospital de Sant Pau de Domènech i Montaner y la cercana Sagrada Familia de Antoni Gaudí, visitada por miles de turistas todos los años. El patrimonio arquitectónico del hospital aparecerá en las guías turísticas, incluido en las rutas modernistas de Barcelona. Eso le dará una mayor visibilidad que hasta ahora ha ocultado su uso exclusivamente hospitalario.

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