TERREMOTO EN IRÁN
Un devastador terremoto arrasó ayer el corazón de la histórica ciudad de Bam, en el sureste de Irán. Al menos 20.000 personas perdieron la vida, 50.000 resultaron heridas y muchas más se quedaron sin hogar, según el gobernador de la provincia afectada. La tragedia es mayor porque el seísmo se produjo cuando los habitantes dormían. No tuvieron tiempo de escapar al derrumbe de sus casas.
La comunidad internacional inició ayer el envío de equipos de rescate a Irán, en respuesta a la petición urgente del Gobierno de Teherán tras el seísmo que sacudió el sureste del país. Medicamentos, tiendas y hospitales de campaña, generadores eléctricos, sistemas de purificación de agua y sábanas componen la lista de las necesidades inmediatas de los miles de afectados.
La resistencia no muestra signo alguno de debilidad. Seis soldados estadounidenses han muerto en las últimas horas en Irak en varios ataques de los rebeldes, que parecen no amilanarse por la contundencia de las operaciones militares norteamericanas, que están bombardeando sin descanso en las últimas jornadas el sur de Bagdad y sus alrededores.
Yihad Islámica y el Ejército de Israel se preparan para la venganza tras la jornada sangrienta del día de Navidad, que se saldó con 10 muertos. Ayer, mientras los dirigentes de la organización fundamentalista palestina prometían que el asesinato selectivo de sus dos jefes militares en Gaza no quedará impune, el ministro de Defensa israelí, Saul Mofaz, se reunía con sus colaboradores para dar una respuesta contundente al ataque suicida llevado a cabo en Tel Aviv, donde murieron cuatro soldados.
Ricardo Martinez de Rituerto | Bruselas
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