Hospitales privados vacíos

La cobertura a los empleados en las grandes empresas colaboradoras de la Seguridad Social se realizaba con plantilla propia de peresonal sanitario, así como por acuerdos con hospitales de tamaño mediano y pequeño donde ofrecían estos servicios.

Así, médicos, ATS y enfermeros formaban parte de la plantilla de estas empresas que, normalmente, disponían en sus sedes provinciales de plantas enteras, tanto para llevar los controles médicos rutinarios de sus empleados, como las dolencias de sus hijo/as, maridos/mujeres y viudo/as. Allí estaban los distintos especialistas, aunque en ningún caso había tratamiento quirúrgico u hospitalización.

La tendencia desde los años ochenta por parte de las grandes empresas fue hacia la externalización de estos servicios donde ganaron un mayor peso los acuerdos con hospitales privados que realizaban las consultas ambulatorias y las empresas únicamente contaban con un pequeño 'retén' de sanitarios encargados de la revisión del personal y de los incidentes que pudieran surgir a los trabajadores de la central.

Pero este proceso de externalización puede ahora tener importantes consecuencia sobre los hospitales privados, especialmente de Madrid.

Se nutren, además de por las empresas privadas de seguros médicos (Sanitas, Adeslas...) por estas colaboradoras que encontraron más rentable y menos engorroso sacar afuera la práctica todalidad de sus servicios médicos. Es difícil de cuantificar el perjuicio que puede suponer para estos hospitales la ruptura del acuerdo de colaboración con las empresas, pero 250.000 clientes menos pueden dejar más de un hospital privado casi vacío.