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DEBATE DE LOS PRESUPUESTOS

El PSOE cree que la baja productividad es el "principal problema de la economía"

Zapatero critica que el sector industrial pierda peso en el PIB frente al auge de la construcción

Lucía Abellán

La productividad vertebró el discurso del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en el debate de Presupuestos. El líder socialista consideró este factor como "el principal problema de la economía española" y en función de él presentó su alternativa económica frente a la del Gobierno para 2004. Zapatero esgrimió el fomento de la productividad como solución a los problemas de un modelo productivo "excesivamente relacionado con el ladrillo". Frente a los triunfalistas datos de empleo expuestos por el ministro de Hacienda, el líder socialista criticó la precariedad laboral, la falta de inversiones en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) y la "desidia" ante el fraude fiscal.

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"Ustedes no han tenido un solo objetivo de política económica, salvo la repetición del déficit cero". Con esta frase comenzó José Luis Rodríguez Zapatero a recriminar al Gobierno sus prioridades para confeccionar el Presupuesto de 2004. Lejos de enzarzarse en debates sobre el déficit oculto que el PSOE ha denunciado otras veces, Zapatero optó por defender la productividad -concepto que hace referencia al volumen de producción por cada trabajador, y muy vinculado al desarrollo de las nuevas tecnologías- como base de un modelo económico diferente. "La baja productividad de nuestra economía debería preocupar, y mucho, al Gobierno", dijo Zapatero al ministro, a quien interpeló con la mirada durante casi toda su intervención. El líder de la oposición aportó el dato de que la productividad crecía el 1,7% cuando el PP llegó al Gobierno, mientras que ahora avanza el 0,6%. Zapatero se vio arropado por los aplausos de su grupo en el momento en que mencionó la existencia de "otras políticas" que permiten potenciar este elemento.

Frente al plan del Gobierno de invertir un 7,3% más en I+D+i, Zapatero defendió un incremento del 27% para "acabar con la desidia del Ejecutivo" en política tecnológica, uno de los pilares de la productividad. También propuso unir los ministerios de Educación y de Ciencia, y criticó la fuga de cerebros de España, ya que entre 3.000 y 4.000 investigadores españoles trabajan en el extranjero. Zapatero cree conveniente invertir un 10% más en educación el año próximo, frente a una práctica congelación real propuesta por el Ejecutivo.

Otro de los motivos por los que en España no aumenta la productividad, según Zapatero, es que el sector industrial pierde peso en el Producto Interior Bruto (PIB) español (casi tres puntos en seis años), frente a la pujanza de la construcción. Este argumento sirvió al líder de la oposición para criticar duramente la iniciativa del Ejecutivo en vivienda. "No se puede seguir ofreciendo rentabilidades del 100% a golpe de burbujas y recalificaciones injustas", le espetó a Montoro entre los aplausos de su grupo. El ministro consideró una irresponsabilidad que Zapatero utilizase la palabra burbuja para referirse al mercado inmobiliario.

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Para frenar el alza del precio de la vivienda y preservar los intereses tanto de los propietarios como de quienes no pueden acceder a un piso, el PSOE propone dos medidas: potenciar el alquiler y cumplir los planes de vivienda de protección oficial, de los que el Ejecutivo sólo ha ejecutado un tercio de lo programado, según Zapatero. Con ese doble propósito, propuso la creación de una agencia pública de alquiler para facilitar el desarrollo de este mercado, que no llega a representar el 10% del total.

La precariedad laboral fue otro de los reproches que lanzó Zapatero al Ejecutivo. Con el dato de que el 30% de la población activa trabaja con un contrato temporal -porcentaje que duplica al de la UE- y que la media de duración de esos contratos es de 10 días, Zapatero recriminó a Montoro que hablara de política social en su discurso. Si el PSOE gana las elecciones en marzo, subrayó, lo primero que hará será "acabar con la temporalidad injustificada, con una revisión profunda del sistema de contratación y de los incentivos al empleo estable". La otra cara de la moneda en el mercado laboral la conforman las excesivas prejubilaciones forzosas a las que recurren las empresas, un "despilfarro de experiencia" que el país no se puede permitir, en palabras de Zapatero. También aquí propuso reformas para evitar que se fomente esta expulsión prematura del mercado laboral.

El fraude fiscal cerró el rosario de críticas hacia el PP y las propuestas alternativas de su partido. Basándose en un informe del Instituto de Estudios Fiscales, Zapatero indicó que la economía sumergida de origen fiscal creció en 6.000 millones de euros en la anterior legislatura. Y realizó una proyección para la actual legislatura: "Con el boom inmobiliario habrá aumentado en otro billón de pesetas adicional, a billón de pesetas por legislatura de aumento de fraude fiscal con el PP". El líder de la oposición auguró que "se pedirán responsabilidades políticas por la desidia ante el fraude fiscal", que los inspectores han denunciado recientemente. La propuesta socialista consiste en reformar a fondo la Agencia Tributaria y la legislación fiscal para atajar el fraude.

Montoro, en la imagen superior, y Rodríguez Zapatero, ayer durante el debate de los Presupuestos para 2004.
Montoro, en la imagen superior, y Rodríguez Zapatero, ayer durante el debate de los Presupuestos para 2004.RICARDO GUTIÉRREZ

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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