'Cervantes', en un vuelo-taxi

Por la misión de Pedro Duque, el Ministerio de Ciencia y Tecnología ha pagado 12,8 millones de euros con fondos asignados a las actividades españolas en la Agencia Europea del Espacio (ESA). El vuelo se inscribe en un acuerdo marco de la ESA con Rusia para optar a cinco plazas de astronautas en los cohetes Soyuz, plazas que van ocupando los astronautas europeos cuyos Gobiernos aceptan pagar por el vuelo. Ciencia y Tecnología ha justificado el interés del vuelo-taxi de Duque, bautizado como Misión Cervantes, por lo que supone de mejora de la preparación de este astronauta español de la ESA y porque afianza el compromiso español con los vuelos, además de la ejecución de un programa de experimentos.

En el acuerdo ESA-Rusia, la ESA costea algunos gastos genéricos, como entrenamiento y servicios médicos, y los cinco países que han decidido aprovechar la oferta (Francia, Italia, Bélgica, España y Dinamarca, por este orden) costean el billete del astronauta en las naves Soyuz que cada seis meses Rusia tiene que enviar a la Estación Espacial Internacional (ISS) como vehículo de emergencia. En estos vuelos-taxi, España ha pagado algo menos que Italia y Bélgica, dado que la preparación previa de Duque era más completa que la de sus dos colegas.

Hace año y medio, el ministerio reconoció que estaba interesado y negociando un vuelo-taxi para Pedro Duque, que tenía que haberse realizado el pasado mes de abril. Sin embargo, el accidente del transbordador Columbia de la NASA, que dejó a la Estación Espacial Internacional sin vehículos estadounidenses para ir y volver, obligó a reestructurar todo el programa de transporte, dado que las naves rusas tripuladas Soyuz y las Progress de carga tuvieron que asumir temporalmente todos los vuelos a la estación.

En esta situación crítica, Duque tuvo que ceder su plaza de pago en abril pasado a la tripulación ruso-estadounidense de la estación, imprescindible para mantenerla en funcionamiento. Pero, además, los rusos plantearon el problema económico de construir sus naves sin el dinero que tenían previsto ingresar por las plazas de pago, incluidos los turistas espaciales (hasta ahora dos), que pagan 20 millones de dólares por el viaje. Dado que la NASA se negó a pagar el servicio a Rusia, alegando problemas burocráticos, se llegó a un acuerdo con la ESA por el que el dinero aportado por los vuelos-taxi contratados, y en gran parte adelantado, por España y Holanda, ha jugado un papel fundamental para mantener el calendario de las necesarias Soyuz y Progress. Duque destacó ayer ante la prensa el hecho de que este pago español ha sido "importantísimo" para mantener en funcionamiento la ISS.