Las minas han matado o herido a 1.000 niños en Irak tras la guerra
Al menos mil niños han resultado heridos o muertos en Irak desde el fin de la guerra a causa de las municiones y minas que quedaron sin explotar tras el conflicto, según denuncia Unicef. Las bombas de racimo lanzadas por las tropas de la coalición o las miles de toneladas de munición, incluidos unos mil misiles, abandonadas por las fuerzas iraquíes suponen una amenaza mortal para los niños.
"Es muy difícil dar cifras exactas, porque no se informa de muchos de los casos: muchos de los niños que mueren no son llevados al hospital", explicó ayer Geoff Keele, portavoz de la agencia de la ONU para la infancia en Bagdad. También el Grupo Consultivo de Minas advierte de que las cifras reales pueden ser mucho mayores.
Pero los datos que da Keele dan una idea de la gravedad del problema: "Sólo en Kirkuk [ciudad petrolera del norte] resultaron heridos o muertos 133 niños en las últimas dos semanas de abril. En Mosul [la mayor ciudad del norte] se informaba de 20 niños heridos al día a finales de abril y principios de mayo", explicó. "Visité cinco hospitales de Bagdad a principios de junio y en cada centro daban cifras de entre 70 y 120 heridos", añadió Keele, que anunció que a finales de agosto comenzarán un estudio para determinar datos más exactos.
En un comunicado reciente de Unicef, su representante en Bagdad, Carel de Rooy, advirtió de que la curiosidad infantil hace de los niños víctimas del material bélico sin explotar. "Las bombas de racimo tienen formas atractivas para los niños. Muchos resultan heridos o muertos porque ven un objeto metálico brillante, algunas veces con forma de balón, y quieren cogerlo y jugar con él", explicó.
Aunque las tropas ocupantes han empezado a retirar las municiones, Unicef ha pedido a la autoridad provisional de EE UU que adjudique a empresas contratistas la limpieza de áreas urbanas, al mismo ritmo que adjudicó tareas en educación o en la industria petrolera. Mientras, la agencia lleva a cabo una campaña de información en todo Irak sobre los peligros que suponen las minas y otras municiones, a través de medios locales, escuelas, hospitales y puntos de distribución de alimentos.
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