El Gobierno iraquí de transición promete guiar el país hacia la democracia

Tres meses y cuatro días después de que los tanques de Estados Unidos irrumpieran en Bagdad y derribasen el régimen de Sadam Husein, un Consejo de Gobierno de 25 iraquíes se comprometió ayer a guiar el país hacia un sistema democrático y federal que garantice el respeto a los derechos humanos. "La formación de este Consejo es una manifestación de la libre voluntad de todos los iraquíes", dijo el líder religioso chií Seyyid Mohamed Bahr ul Ulum, que leyó un comunicado en nombre de todos sus compañeros al concluir la primera reunión del Gabinete. "Hemos arrojado a Sadam al cubo de la basura de la historia y no volverá jamás", agregó.

Fruto de varios meses de negociaciones entre siete grupos políticos iraquíes, el Consejo gozará de amplias competencias en los terrenos de la seguridad, la economía y la educación, pero EE UU seguirá teniendo la última palabra en los asuntos de mayor relevancia y podrá vetar cualquier decisión si considera que va en contra de sus intereses. Pero la intención de los representantes de Washington en Irak es no utilizar nunca esa herramienta, sino resolver las discrepancias mediante el consenso.

Ul Ulum manifestó que los objetivos más urgentes del Consejo serán garantizar la seguridad, revitalizar la economía y poner en marcha los servicios públicos. "Hemos de dar prioridad al interés nacional por encima de cualquier otra consideración", dijo el anciano dirigente religioso, que regresó de su exilio en Londres tras la caída de Sadam. "Es necesario que todos los iraquíes, sin importar su origen social, marchemos juntos hacia un régimen democrático y federal".

Los 25 integrantes del Consejo no han decidido aún si elegirán a un presidente, si la dirección será rotatoria o si la ejercerá un grupo colegiado. No existe tampoco un calendario exacto para la transición, pero se calcula que su mandato durará un año y medio. Durante ese periodo, un comité elegido por el Consejo deberá redactar una Constitución y se celebrarán elecciones democráticas. Entonces, esperan los integrantes del recién estrenado Gabinete, las tropas estadounidenses volverán a casa.

El acto de presentación del Consejo ante la prensa tuvo lugar a primera hora de una tórrida tarde de verano en el Palacio de Congresos de Bagdad. Sentado en la primera fila del patio de butacas, la máxima autoridad civil de EE UU en Irak, Paul Bremer, se mantuvo en un deliberado segundo plano durante la ceremonia y cedió todo el protagonismo a las nuevas autoridades iraquíes. Sí pronunció unas palabras el enviado especial de la ONU a Irak, Sergio Vieira de Mello, quien habló en nombre de Kofi Anan para afirmar que la formación del Gabinete es un primer paso "hacia la soberanía plena de Irak y hacia el pleno cumplimiento de la resolución 1.483 del Consejo de Seguridad", que llama al pronto autogobierno de los iraquíes.

Como reflejo de la composición étnica y religiosa del país, el Consejo contará con una mayoría de chiíes, que representan aproximadamente el 60% de los 25 millones de habitantes de Irak. La distribución del Gabinete entre las distintas comunidades es la siguiente: 13 chiíes, 5 suníes, 5 kurdos, 1 turcomano y 1 cristiano asirio. Hay entre ellos tres mujeres, una de ellas médica, otra diplomática y una tercera ingeniera. Una de las integrantes del nuevo Consejo, Raja Habib Juzai, directora de la maternidad de Diwaniya, intentó resumir el espíritu de la jornada con la siguiente frase: "Como ginecóloga, he ayudado a nacer a muchos niños, y ahora quiero ayudar a nacer un nuevo país libre y democrático".

Minorías representadas

La minoría kurda iraquí está representada en el Consejo por los dos grandes líderes de la región: Masud Barzani, del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), y Jalal Talabani, de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK). También se sientan en el nuevo Gabinete los exiliados Adnan Pachachi, ex ministro de Asuntos Exteriores, y Ahmad Chalabi, un hombre de negocios apoyado por el Pentágono. En representación del influyente clero chií ha sido designado Abdul Aziz al Hakim, hermano del guía espiritual Mohamed Baqr al Hakim, una de las personalidades políticas y religiosas más populares del país. Como elemento curioso en un Gobierno formado a instancias de EE UU figura el secretario general del Partido Comunista de Irak (PCI), HamidAjil al Yawar.

Al final de su intervención, Ul Ulum anunció la primera resolución del recién estrenado Gabinete: anular todos los días festivos que tengan que ver con Sadam o el partido Baaz, y declarar fiesta nacional el 9 de abril como día de la caída del régimen baazista. La mayoría de los integrantes del Consejo, que comparecieron ante la prensa en sillas colocadas en forma de media luna sobre el escenario del Palacio de Congresos, iban vestidos al estilo occidental, con chaqueta y corbata. Unos pocos optaron por las ropas tradicionales árabes y entre las mujeres, dos se cubrieron la cabeza con un pañuelo y la tercera no. Todo un contraste con la cúpula del régimen anterior, formada por hombres de poblados bigotes vestidos con uniformes militares verdes.