Convergència abjura ahora de sus pactos con el PP

Convergència i Unió (CiU) abjuró ayer con solemnidad de sus acuerdos con el PP. Nunca existieron. Eso lo dicen José María Aznar y Josep Piqué para disimular el verdadero pacto, que es el del PP y el PSOE contra Cataluña. Esa es, sintetizada, la respuesta dada ayer por el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, a las acusaciones de los dirigentes del PP contra los nacionalistas. Aznar y Piqué les echan en cara haber abandonado la colaboración entre ambas fuerzas para preparar un futuro acuerdo con el Partit dels Socialistes (PSC) si Pasqual Maragall gana las elecciones autonómicas. "A Piqué le van a caer los dientes por decir cosas que no son verdad", dijo impasible el líder de Unió en Cassà de la Selva. No obstante, el pasado mes de marzo, cuando el Parlament aprobó la comisión investigadora sobre el escándalo de las encuestas con el voto del PP, el conseller en cap, Artur Mas, dio por rotas las relaciones con el partido de Piqué.

Pero ayer, en la recta final de las municipales, CiU abjuró con solemnidad de ese acuerdo, que dio la presidencia de la Generalitat a Jordi Pujol en noviembre de 1999.

Duran restó importancia a los acuerdos, y agregó que la última investidura de Pujol se consiguió, efectivamente, con el voto favorable de los diputados del PP, "pero sin que se reflejara en ningún documento escrito". En cambio, destacó, la abstención de Esquerra Republicana (ERC) en esa misma sesión sí se plamó en un documento.

Los esfuerzos de CiU en esta última semana de campaña electoral se concentran en reforzar la vertiente nacionalista de su discurso, teniendo en cuenta que poner el acento en cuestiones de tipo social, como ha hecho su candidato por Barcelona, Xavier Trias, no parece entusiasmar a sus votantes tradicionales ni atraer nueva clientela. Los estrategas de CiU se reunieron ayer por la mañana para evaluar la marcha de la campaña, y el propio Duran explicó después que la decisión era esa: dedicar los últimos días a levantar el voto nacionalista dejando atrás la veleidad progresista de Trias.Para demostrar que no ha habido pacto alguno con el PP, Duran se decidió a contar un secreto. Explicó que él tuvo una entrevista con Aznar, de la que no se informó públicamente, después de la moción de censura presentada a mitad de legislatura por Maragall contra el Gobierno de Jordi Pujol.

El PP acababa de salvar de nuevo en el Parlament a CiU en la votación de la censura, y la pretensión de Duran era explorar si era posible avanzar en nuevos acuerdos con el Gobierno del PP. "En esa entrevista, y en otra que Pujol tuvo después con Aznar, vimos que no habría forma de avanzar en la mejora del autogobierno, que era nuestro objetivo para la segunda mitad de legislatura", dijo. Por tanto, no puede hablarse de pacto, sentenció. El presidente del grupo de CiU en el Congreso, Xavier Trias, abundó en la misma idea y negó que "en ningún caso" existiera un acuerdo de legislatura con el PP para apoyarles en el Parlament.

Aunque el PP siguió salvando a CiU en el Parlament en las votaciones críticas, como por ejemplo para impedir la investigación parlamentaria de diversos asuntos en los que pesaban sospechas de corrupción o amiguismo, como los casos Treball, Turismo, Olé, entre otros, los nacionalistas estiman ahora que eso no era fruto de ningún pacto formal. "Lo que ocurre es", argumentó Duran, "que el PP quería domesticar a CiU, y como no lo ha conseguido, ahora nos quieren hacer desaparecer". A lo máximo que accedió Duran fue a conceder que en la primera mitad de legislatura se pactó con Aznar el acuerdo sobre financiación autonómica. Pero después CiU se ha enfrentado al PP, subrayó, en asuntos como el Prestige, la Ley de Calidad de la Enseñanza y la guerra de Irak.

A esta lista de desencuentros, Piqué añadió otro que dolió especialmente al Gobierno del PP: la presencia de algunos dirigentes de CiU en las manifestaciones en las que la Plataforma Aturem la Guerra exigía la dimisión de Aznar.

Piqué dijo que la "decepción" que siente ahora el PP por la actitud de los nacionalistas catalanes es "muy profunda" y mantuvo: "No es sólo una escenificación para separarnos". Piqué, que empleó un tono de secretismo al explicar algunos detalles del supuesto pacto que ahora se habría roto, se negó a facilitar los nombres, las fechas y los lugares que rodearon el acuerdo. "Ya daré los detalles que haga falta si el debate político obliga a ello".

Fracaso en Cataluña

Pero Piqué se guardaba otro as en la manga y, tras tales críticas contra CiU, no tuvo reparos en augurar nuevos acuerdos con los nacionalistas catalanes. El presidente del PP de Cataluña defendió los "éxitos" logrados gracias al buen entendimiento con los populares y los nacionalistas y destacó sobre esta relación: "Creo y espero que será recuperable".

Duran respondió a las palabras de Piqué con una dura andanada contra el dirigente popular. "Con Piqué, el PP ha fracasado en Cataluña. Logrará peor resultado que el conseguido por su partido cuando lo dirigía Alberto Fernández Díaz", adelantó. Esta expectativa sería, a juicio de los nacionalistas, lo que habría llevado a Piqué a preferir una victoria de Maragall en las próximas elecciones autonómicas. "Piqué sabe que un gobierno del PSC, ERC e Iniciativa Verds es malo para Cataluña, pero lo considera bueno para el PP porque cree que facilitará la inclusión de Cataluña en su modelo de España que comparte con el PSOE".Por su parte, el presidente de CiU, Jordi Pujol, acusó a Aznar de ser el verdadero responsable de la radicalización del clima político y de convivencia en Cataluña. "Aznar rompe el consenso que se estableció en el momento de la transición con una aplicación regresiva del Estatuto y de la Constitución", señaló ayer Pujol en L'Hospitalet, informa Glòria Ayuso. "Ahora", agregó Pujol, "cada ley que aprueba el Gobierno del PP representa un recorte autonómico".