Maragall pide el voto útil de izquierdas para evitar fugas

El Partit dels Socialistes (PSC) hará un esfuerzo en la recta final de la campaña para tratar de concentrar bajo sus siglas el voto útil de los progresistas y para evitar que sus electores se queden en casa por un exceso de confianza. El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, apeló ayer directamente al "voto útil" y pidió un respaldo masivo a los socialistas en los comicios del próximo domingo como la mejor forma de mostrar sin equívocos que el cambio está en marcha.

La ejecutiva del PSC se reunió ayer en un clima de indisimulada satisfacción por la marcha de la campaña electoral, aunque con una tenue luz roja encima de la mesa, y no precisamente por la tendencia de sus principales rivales, Convergència i Unió (CiU): la mayoría de sondeos marcan un retroceso de la federación nacionalista y un avance de la izquierda plural, pero éste se concentra fundamentalmente en Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), más que en el PSC. Esta tendencia preocupa a los dirigentes socialistas, que tienen en mente el precedente francés, cuando Lionel Jospin quedó fuera de la segunda vuelta por la dispersión del voto de izquierdas.

Los estrategas del PSC aspiran a que el 25 de mayo prefigure el vuelco electoral que acarician para las autonómicas de otoño, y por esta razón acordaron ayer hacer un esfuerzo en la recta final de campaña para concentrar el "voto útil" de la izquierda en los socialistas. La segunda preocupación, por encima de CiU, es la abstención, y Maragall no cesa de referirse en cada acto a la necesidad de que los socialistas acudan en masa a las urnas el próximo domingo.

Ésta será, pues, la agenda en lo que queda de campaña. Las continuas alusiones de Maragall a los pactos futuros quedarán en segundo plano. Fuentes de la dirección del PSC admitieron que las referencias de Maragall a hipotéticos acuerdos con CiU han provocado desconcierto en el aparato del partido y en significativos alcaldables, pero el balance que hizo la ejecutiva es bueno, siempre y cuando se deje de insistir en ello: el análisis es que el debate ha colocado a Maragall en el centro de la campaña y las únicas alianzas que se discuten son las suyas, lo cual le sitúa implícitamente casi como único ganador posible.

El presidente del PSC visitó ayer Montblanc y El Vendrell y no se salió del guión fijado en la ejecutiva de apelar al voto útil de los progresistas en la recta final de la campaña. "Mucha gente tiene claro que el nombre del cambio es el del PSC", afirmó el dirigente socialista, quien pidió a los electores que tengan en cuenta que el voto del domingo "es el posible inicio de un nuevo escenario".

Maragall fue todavía más claro, sin citar nunca ni a ICV ni a ERC: hizo un llamamiento al "voto útil" y al "voto responsable" y pidió a la gente que se moje. "Hay una alternativa clara, que se puede identificar, y existe un voto útil que tendrá efectos en la marcha del país", concluyó.

En El Vendrell la lluvia aceleró la clausura del acto -que acabó con Marina Rossell cantando en el escenario-, y Maragall se comprometió a impulsar la unificación del municipalismo catalán en una sola organización. Actualmente existen dos: la Federación de Municipios (FMC), controlada por la izquierda, y la Asociación de Municipios (AMC), afín a CiU.