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UNA NUEVA ENFERMEDAD

El explicable aumento de la mortalidad

La mortalidad por la neumonía asiática va en aumento en los últimos días. Si al principio de la epidemia, la OMS hablaba de una mortalidad del 4%, ahora ronda el 6% y prevé que siga aumentando. Pero calma: ni el virus es ahora más agresivo, ni las personas son cada vez más enclenques.

La directora del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, Julie Gerberding, explicó en rueda de prensa el motivo: "La definición de los casos es más precisa conforme empezamos a usar pruebas de detección más sensibles. Así que mucha gente incluida en un principio como caso probable, realmente no tenía la enfermedad. Lo que ocurre entonces es que en la relación entre muertes y casos, el denominador disminuye con el tiempo mientras que el numerador se mantiene".

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El portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dick Thompson, señaló ayer que lo previsible es que el porcentaje de muertes siga aumentando. Además del número real de casos apuntó otro factor. "Los primeros casos se localizaron en hospitales. Eran enfermeros y médicos, que suelen ser gente sana de entre 30 y 40 años, con más resistencia al coronavirus. Ahora, cada vez hay más gente que se contagia fuera de los hospitales, por lo que está afectando más a ancianos y a pacientes con enfermedades previas y a inmunodeprimidos, por lo que aumenta la mortalidad".

Thompson explicó que, según los estudios realizados por la OMS, el virus es capaz de sobrevivir hasta 24 horas en una superficie seca "y más en medio acuático". Que el virus pueda sobrevivir significa que existe la posibilidad del contagio a través de superficies infectadas. "No sabemos si el tiempo que puede vivir es mucho o poco. Nos enfrentamos al virus sin ideas preconcebidas", explicó Thompson.

Por ahora sigue sin haber tratamiento ni vacuna. En Hong Kong, los expertos han utilizado rivabirina (un antiviral) y esteroides (como antiinflamatorio). Gerberding asegura que aunque en un principio parecía que existían ventajas en el uso de la rivabirina, éstas se desvanecen con los días: "Es un fármaco con efectos secundarios y no lo recomendamos".

La directora general de la OMS, Gro Harlem, admitió ayer que no se han producido "respuestas científicas satisfactorias" en la búsqueda de una vacuna contra el virus, y señaló que la búsqueda de una vacuna eficaz llevará todavía tiempo.

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