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Tàpies gana el Premio Velázquez por toda su obra

El artista agradece el galardón y lamenta que coincida con "estos momentos tan tristes debido a la guerra"

"No son buenos momentos para recibir honores y este premio, que agradezco, coincide con una época de malestar y tristeza por la guerra en Irak", comentó ayer Antoni Tàpies al conocer la noticia de que se le había concedido el Premio Velázquez de Artes Plásticas por el conjunto de su obra. Este galardón, equivalente al Cervantes de Literatura, lo concede el Ministerio de Cultura por segundo año y está dotado con 90.000 euros, una exposición y la posibilidad de elegir a otro artista menor de 35 años como receptor de la Beca Velázquez, dotada con 30.000 euros. El artista, que en diciembre cumplirá 80 años, se mostró ayer muy afectado por la guerra que, indicó, "aunque ahora parezca que acaba, tendrá consecuencias durante mucho tiempo".

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"Siempre me he reído un poco de los honores, pero hay ciertas cosas que no puedes evitar que te den cierta satisfacción", comentaba ayer el artista en su estudio de Barcelona. Lo cierto es que aunque son escasos los premios que le quedan por recibir a Tàpies (Barcelona, 1923), el de ayer le satisface especialmente por llevar el nombre de Velázquez, un artista del que se confiesa un gran admirador y sobre el que escribió hace años un lúcido texto en el que incidía en el papel del vacío infinito en la pintura del artista sevillano. Hacía pocos minutos que la ministra Pilar del Castillo le había llamado para anunciarle el premio cuando comenzaron a sonar los teléfonos para felicitarle o pedirle alguna declaración. "Estoy muy sorprendido", comentaba paciente el artista, "lo que lamento es que haya coincidido con este momento de guerra".

El artista, de hecho, no ha viajado a Nueva York y Londres, en donde recientemente se ha exhibido su obra reciente en las galerías Pace Wildenstein y Waddington, respectivamente, a consecuencia de la guerra de Irak. "Las movilizaciones ciudadanas han sido extraordinarias, una cosa fantástica y nunca vista en los últimos años", comentaba el artista. "Es algo que espero que tenga consecuencias en el futuro para los políticos y que nos ha ayudado a todos", añadió. En su opinión, "los intelectuales siempre que han podido se han manifestado. Durante la dictadura se hizo lo que se pudo para denunciar las cosas terribles que se hicieron con pequeñas acciones, pero ahora que hay democracia se ha demostrado, tanto entre los intelectuales como entre la gente anónima, que hay voluntad de paz y libertad y que no pueden hacer lo que quieran".

Tàpies afronta sus 80 años con optimismo. "No me puedo quejar, puedo seguir trabajando pese a los problemas de salud que voy teniendo porque cada vez pierdo más la vista y el oído", indicó. "Pero como no soy un pintor miniaturista", bromeó, "puedo mantener mi ritmo de trabajo. También me consuela que otros pintores célebres que perdieron la vista continuaron trabajando. Me molesta porque me impide leer, sobre todo los diarios que tienen la letra muy pequeña...". El trabajo no le falta y a las exposiciones antes mencionadas se suman la que presentó en enero en la galería Toni Tàpies, que regenta su hijo en Barcelona, y la gran retrospectiva de sus libros de artista que tras mostrarse en la fundación barcelonesa que lleva su nombre se presenta actualmente en La Casa Encendida de Madrid. Para principios de 2004 está prevista una gran retrospectiva de su obra en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.

Igual que su pintura, en la que ha ensalzado como nadie los materiales pobres y humildes, Tàpies, que recibió un telegrama de felicitación de los Reyes, es un artista modesto que, sin embargo, está acostumbrado a las alabanzas. En la presentación ayer del premio en Madrid no faltaron elogios a su figura, según recoge Efe. "La gran aportación de Antoni Tàpies a la pintura internacional es una dimensión muy particular de la abstracción que tiene un carácter metafísico", indicó la ministra Pilar del Castillo, para quien el artista "hace una abstracción con una desnudez muy propia de nuestras tierras ibéricas".

En el mismo acto, el presidente del jurado y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Ramón González de Amezúa, insistió en que Tàpies "es un pintor realmente universal" y el fallo del jurado reconoce que el premio se le ha concedido por ser "uno de los grandes renovadores de las artes plásticas de España y del mundo". Según indicó González de Amezúa, el jurado adoptó esta resolución en segunda votación y por mayoría absoluta tras una reunión "muy agradable, en la que hubo un cambio de impresiones muy extenso". Entre los otros candidatos propuestos figuraba también Pablo Palazuelo, propuesto por la Academia de Bellas Artes, y otros artistas cuyo nombre el jurado no quiso desvelar.

Además de Ramón González de Amezúa, el jurado estaba integrado por Joaquín Puig de la Bellacasa, Miguel Zugaza, Juan Manuel Bonet, José Guirao, Kosme de Barañano, Miguel Fernández Cid, Javier González, Ángel González, Dámaso Santos, Carlos Zurita y José J. De Ysasi-Ysasmendi. Ramón Gaya, que obtuvo el premio en su primera edición de 2002, no pudo asistir a las deliberaciones.

Vanguardia europea

Miguel Zugaza, director del Museo del Prado, indicó que Tàpies "es un hombre que se ha situado en la vanguardia europea y, frente a las escuelas americanas tan hegemónicas, ha centrado su trabajo dentro del ámbito artístico europeo". Zugaza también destacó la importancia de los textos teóricos del artista, básicos para entender no sólo su obra sino también el conjunto de la creación contemporánea, y citó a la Fundación Tàpies de Barcelona, una de las entidades culturales españolas más comprometidas en la investigación de las nuevas corrientes artísticas.

José Guirao, director de La Casa Encendida de Madrid y ex director del Reina Sofía, indicó: "El siglo XX tiene una primera mitad que es Picasso, Miró, Dalí y Gris, y una segunda cuyo gran pintor es Tàpies. Su obra no sólo tiene una influencia enorme dentro del arte español contemporáneo, sino que, además, consigue entroncar con los grandes movimientos artísticos internacionales". En opinión de Guirao, donde Tàpies ha conseguido sus mayores logros es en las pinturas matéricas, que "son su signo de identidad".

Antoni Tàpies, ayer en su estudio de Barcelona.
Antoni Tàpies, ayer en su estudio de Barcelona.MARCEL.LÍ SÁENZ

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