El SCH tuvo un beneficio de 449 millones de euros con los paraísos fiscales en 2002
La entidad que preside Emilio Botín redujo su presencia en esos países de 18 a 11 entidades
El Santander Central Hispano (SCH) obtuvo 449 millones de euros con su actividad en los paraísos fiscales, según la información que aparece en la memoria de la entidad. Sin embargo, con el total de sociedades que posee la entidad, los beneficios brutos ascienden a 893 millones, de los cuales 360 millones corresponden a los dividendos repartidos para las emisiones de acciones preferentes; 375 millones se deben a los beneficios de las filiales latinoamericanas que la matriz trajo a España, y 158 millones por la actividad propia de la banca privada en estos paraísos fiscales.
El PSOE y el Partido Popular negocian estos días modificar de Ley de Blanqueo de Capitales para eliminar la posibilidad de que las acciones preferentes sigan emitiéndose desde paraísos fiscales y se realicen desde España. Los dos partidos quieren que las preferentes sólo pueda emitirlas una sociedad anónima, constituida en España o en algún Estado de la Unión Europea, que sea filial al 100% de una entidad de crédito.
De entrar en vigor esta modificación, la actividad del SCH, al igual que otros bancos, cajas de ahorros y grandes empresas internacionales que cuentan con fuerte presencia en paraísos fiscales, se reduciría sensiblemente. Los partidos quieren acabar con esta práctica que, aunque es totalmente legal, supone una fuga de negocio al extranjero y una reputación dudosa para las entidades.
Sólo en el Santander Central Hispano la actividad de emitir acciones preferentes les exige mantener tres sociedades abiertas: BCH Capital; BCH Eurocapital, y BSCH Finance. Todas ellas están radicadas en las Islas Caimán. El beneficio conjunto es de 360 millones de euros, según la memoria.
Fuentes de la entidad aclaran que el beneficio es el importe exacto de los dividendos que han repartido las tres sociedades que, a su vez, se destina a la retribución que han tenido las acciones preferentes.
Estos títulos se emiten desde los paraísos fiscales, según el banco, porque tienen la ventaja de que los compradores, que son inversores norteamericanos, no tienen retención fiscal al adquirirlos. El interés que se paga por las acciones preferentes, que incrementan para los bancos y las cajas los recursos propios de máxima calidad, son los dividendos de las sociedades emisoras.
Negocio en Latinoamérica
Otra de las partidas significativas en el saldo de los paraísos fiscales procede de los beneficios generados por la filiales de América Latina. El SCH agrupa en diferentes holding situados en paraísos fiscales los beneficios de las filiales y, a medida que lo necesita la matriz, lo rescata para las cuentas en España. En 2002 esta partida ascendió a 375 millones de euros. En 2002 el SCH recurrió a estas ganancias para compensar la caída de resultados en Argentina y Brasil, donde las divisas se devaluaron con fuerza.
El tercer capítulo importante es el de banca privada. Según el SCH, el banco no realiza esta actividad con clientes españoles, ni siquiera la filial Banif, por lo que los beneficios que aparecen en la memoria proceden de las filiales latinoamericanas. En 2002 la entidad presidida por Emilio Botín obtuvo 158 millones de euros con el negocio de banca privada en los paraísos fiscales.
Siguiendo los datos publicados en la memoria, el SCH ganó 449 millones de euros en 2002 con sociedades radicadas en paraísos, lo que supone un 53,38% menos que el ejercicio anterior. Su rival directo, el BBVA, obtuvo un beneficio neto, según la memoria, de 222 millones el año pasado, cifra que supone un 50,4% menos que en 2001 debido a las fuertes pérdidas del argentino Banco Francés de las Islas Caimán, cuyos resultados negativos ascendieron a 234 millones.
La estrategia del SCH es agrupar las sociedades que tiene en estos paraísos. La prueba es que en 2001 contaba con 18 empresas que ahora se han convertido en sólo 11. Esta situación contrasta con la del BBVA, que, con presencia en menos países de América Latina, contaba con 36 sociedades en 2001 y las mantuvo durante 2002.
De las sociedades del SCH que han desaparecido de un ejercicio para otro se encuentran una de las dos filiales del venezolano Banco Caracas, situada en las Antillas Holandesas, el Banco Santander Brasil de Bahamas, el BSCH de Guernsey, el Banque Banespa Internacional de Luxemburgo, el Bozano y el Simonsen Banking de Islas Caimán, entre los bancos. Además, también han cerrado la filial de asesoramiento financiero Inversiones Santander en Bahamas, la sociedad de valores Santander Investment Limited y la gestora de fondos Serfin Securities, situada en Islas Caimán.
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