Buena crianza

Controlar y elaborar vino del viñedo contiguo a la casa en perfectas condiciones y de calidad tiene su mérito. Sin embargo, la cosa se complica cuando se trata de elaborar cantidades elevadas sin perjuicio de la calidad.

Bodegas Lan pertenece al grupo de los grandes elaboradores de Rioja, pero puede presumir de ser la bodega con las instalaciones y equipos más modernos y dotados con los últimos avances tecnológicos, todo ello en pos de buscar esa calidad y homogeneización de sus productos más consumidos.

Si sus instalaciones de elaboración son avanzadas y pulcras, su nave de crianza con 21.000 barricas es un regalo para los ojos del visitante y para los mostos que allí reposan; no en vano, en todo este bosque de roble, perfectamente apilado, las barricas no tienen más de tres años de antigüedad. No es de extrañar, que todos los vinos de esta bodega demuestren en las catas organolépticas unos aromas de crianza limpios, sutiles y elegantes.

Su Mención Reserva, elaborado con 80% de tempranillo y 20% de mazuelo, muestra un mosto de capa media con aromas de torrefactos, balsámicos, un paladar de taninos nobles y una fusión de fruta y crianza perfectamente integrada.

El Reserva Lanciano pertenece al grupo de vinos de color más cubierto, pero en el paladar sorprende por su profundidad y elegancia, vinos de los que actualmente se elaboran muy pocos.

Cum Laude Reserva de Lanciano es un vino más complejo, donde las notas minerales y de cuero aportan amplitud y longitud al mosto.

Dentro de pocos días verá la luz el nuevo Lan 2000, un vino moderno, cargado de color, carnoso con mucho cuerpo, donde la rotundidad de la fruta deja entrever la crianza del roble nuevo, esa madera que siempre está presente, sin erigirse en protagonista como en todos los vinos de esta casa.