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CATÁSTROFE ECOLÓGICA | El regreso al trabajo de los pescadores

Sólo la quinta parte de los mariscadores de las Rías Bajas reanudó ayer su actividad

El mantenimiento de la prohibición para algunas especies provoca enfrentamientos

Los mariscadores de la costa comprendida entre la localidad coruñesa de Muros y la frontera de Portugal podían volver ayer a faenar, después de dos meses de prohibición, pero apenas la quinta parte han aprovechado el levantamiento de la veda. De las 27 cofradías de la zona, tan sólo ocho, ninguna de la provincia de A Coruña, decidieron reanudar la actividad, con resultados dispares. El mantenimiento de la prohibición en algunas especies provocó asimismo enfrentamientos entre mariscadores de distintas zonas. Los mariscadores a pie que podían trabajar ayer eran 4.367, y sólo 895 lo hicieron (20,4%), mientras de las 2.776 embarcaciones que marisquean a flote salieron 450 (16,2%).

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En total, según la consejería de Pesca, secundaron el levantamiento de la veda 1.688 mariscadores pertenecientes a las cofradías de Vilanova, Carril, A Illa y Cambados (zona sur de la ría de Arousa) y a las de Pontevedra, Raxó, Lourizán y Aldán (en la de Pontevedra), que capturaron 10.667 kilos de moluscos.

En la ría de Pontevedra los mariscadores alcanzaron rápidamente el cupo de capturas (cuatro kilos de almeja y cinco de berberecho), pero en la de Arousa había menos. Los precios obtenidos fueron altos, al menos para la expectativas previas. "No esperábamos estos precios, porque normalmente en estas fechas son más bajos", señaló la presidenta de las mariscadoras de Vilanova, Evangelina Lago, en cuya lonja se subastaron 1.460 kilos, por un valor de 17.600 euros. "Habrá que esperar dos o tres días para ver el precio real", matizó el patrón de A Illa.

Las razones de las cofradías, que preferirían una apertura escalonada no eran tanto el temor a la reacción del mercado como la desconfianza ante los análisis oficiales de salubridad que ha realizado la consejería, con el aval de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria. Varias cofradías esperarán a los resultados de un informe propio que han solicitado a la Universidad de Santiago.

Para evitar las críticas de que el levantamiento de la veda obedecía a razones de ahorro en las ayudas, y también para paliar los efectos de los precios bajos, la administración autonómica mantiene la mitad de las ayudas a marineros y armadores que marisquen.

El fin de la prohibición ha ocasionado enfrentamientos entre mariscadores que trabajan distintas especies. Los bateeiros (criadores de mejillón) tienen permiso para extraer la cría, la mejilla, en las mismas rocas en las que se produce el percebe, que sigue en veda. La razón, según la Consejería de Pesca, es que la mejilla no es una especie comercial, y necesita engordar varios meses en las bateas hasta convertirse en un producto para el mercado. Medio centenar de percebeiros de Fisterra (A Coruña) se enfrentaron ayer con palos y aparejos a las tripulaciones de 14 lanchas procedentes de las Rías Bajas, que se disponían a recoger mejilla en las islas Lobeiras y en Carrumeiro, en la ría de Corcubión, y que al final tuvieron que desistir.

El consejo del 'conselleiro'

También en tierra hubo enfrentamientos, pero políticos. El conselleiro de Pesca, Enrique López Veiga, en una entrevista anteayer a Efe, aseguró que está "cansado de manifestaciones y caceroladas'" (el día anterior 5.000 personas participaron en una en Vigo) y pidió a la sociedad gallega que "mande de una vez a hacer puñetas el victimismo y se ponga a trabajar".

Le contestó ayer la responsable de pesca del PSdG-PSOE en el Parlamento autonómico, Carmen Gallego. "Fueron los marineros los que trabajaron para librar a las rías del chapapote, mientras los miembros del Gobierno y su presidente estaban de caza". El portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Rodríguez, replicó asimismo que en Galicia no hay "victimismo, sino rebeldía ante la falta de soluciones" y anunció el voto negativo del BNG al "Plan Galicia del PP" que hoy se debate en el Congreso. El diputado socialista gallego Ceferino Díaz criticó que "la primera inversión del Plan Galicia sea un folleto publicitario para engañar a la ciudadanía", en alusión a un cuadernillo de 10 páginas que hoy insertaban varios periódicos.

Mariscadores de la ría de Pontevedra recogían ayer almejas tras más de dos meses de parón por la catástrofe del Prestige.
Mariscadores de la ría de Pontevedra recogían ayer almejas tras más de dos meses de parón por la catástrofe del Prestige.REUTERS

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