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CATÁSTROFE ECOLÓGICA

El contacto con el fuel no tiene efectos tóxicos en las personas a largo plazo, según el CSIC

Los primeros informes científicos indican que el hidrocarburo es "casi insoluble en agua"

Los miles de personas que están teniendo contacto directo con el fuel del Prestige no sufrirán efectos tóxicos relevantes a largo plazo, según el primer informe sobre el vertido realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Aun así, los expertos insisten en la necesidad de usar equipos apropiados en las labores de limpieza y recomiendan que no participen en las mismas personas con determinadas patologías. El fuel pesado está clasificado como compuesto potencialmente cancerígeno, recuerdan los científicos, pero las pruebas sobre este efecto en humanos "son insuficientes".

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El informe sobre la toxicidad de los residuos de petróleo del Prestige es uno de los once primeros realizados por el CSIC y hechos públicos ayer, en los que los investigadores presentan los detalles cuantitativos de los análisis del fuel, su composición química y toxicidad, la evolución del vertido, la sismicidad en la zona de hundimiento del barco o la acumulación de la marea negra en el litoral.

Rolf Tarrach, presidente del CSIC, comentó ayer acerca de la toxicidad del chapapote al que están expuestos los voluntarios, trabajadores de limpieza, población local, pescadores, etcétera: "Con las medidas adecuadas de protección, la conclusión es que aunque puede tener efectos en los días de trabajo o posteriores, el contacto con el fuel no tendrá ningún efecto a largo plazo".

Respecto a los llamados hidrocarburos aromáticos policíclicos, compuestos de potencial cancerígenos presentes en el petróleo, Tarrach explicó que en el vertido del Prestige hay cantidades pequeñas. "Desde este punto de vista, los datos son menos preocupantes de lo que uno podía haber imaginado al principio".

El contacto directo con el fuel o sus vapores, recuerda el informe, causa irritación y picores en la piel y enrojecimiento de ojos. "La exposición prolongada y repetida a concentraciones bajas de compuestos volátiles causa náuseas, mareos, dolor de cabeza o somnolencia", pero son síntomas de corta duración y desaparecen rápidamente al eliminar el contacto con el petróleo. Además, los científicos explican: "En general, los fueles pesados presentan menos problemas de toxicidad aguda que otras fracciones de petróleo porque contienen menos compuestos volátiles".

Los expertos recomiendan no autorizar la participación en taras de limpieza a personas con patologías respiratorias, cardíacas, hepáticas o afecciones cutáneas, ni a mujeres embarazadas; usar equipos adecuados; no fumar ni comer durante el trabajo de descontaminación y disponer de medios de limpieza de la piel.

La formación de cánceres debidos a los compuestos del fuel pesado "se calcula a partir de una exposición permanente o muy a largo plazo", especifica el informe. Y estos compuestos no están sólo en el petróleo sino también las emisiones de automóviles, aviones o barcos, en el humo del tabaco, en los productos ahumados o alimentos cocinados en barbacoa, entre otras fuentes.

Aun así, el CSIC recomienda realizar un seguimiento y control de la población, especialmente de las personas expuestas al fuel más intensa y prolongadamente.

Los objetivos del Programa Científico del CSIC sobre esta catástrofe abarcan el seguimiento del fuel en la zona de hundimiento del barco, el análisis de la evolución de las trayectorias de los vertidos, el estudio de la concentración de hidrocarburos en el medio marino y el impacto en los organismos a distintas profundidades y en el litoral, todo ello con tres horizontes temporales: un mes, seis meses y tres años. "En esta primera fase de informes no hay nada aún sobre el impacto en fauna y flora", explica Tarrach. Los ecosistemas y la bio-remediación se abordarán más tarde. Los documentos ayer presentados se pueden consultar en Internet: www.csic.es.

En cuanto a la composición del fuel del Prestige, los químicos informan que tiene un 22% de hidrocarburos saturados, un 50% de hidrocarburos aromáticos y un 28% de resinas y asfaltenos.

Es un producto de elevadas densidad y viscosidad, con una mínima evaporación o degradación. "Se estima que tan sólo del 2% al 5% puede perderse por evaporación", indica el documento. Los expertos señalan que la degradación de este fuel en el mar es muy lenta, pero que penetra poco en el sedimento "por lo que una vez retirado el producto, la contaminación residual será mucho menor que en el caso de un producto más ligero". A efectos toxicológicos, también los científicos que han caracterizado el vertido destacan: "Las concentraciones de compuestos carcinógenos como el benzo[a]pireno, benzofluorantenos, indeno[123-cd]pireno, etcétera, son muy bajas y notablemente inferiores a las que presentaba el fuel del Erika".

Un voluntario acarrea un capazo repleto de fuel en la playa de Estorde, en Cee (A Coruña).
Un voluntario acarrea un capazo repleto de fuel en la playa de Estorde, en Cee (A Coruña).REUTERS

Un país de poca ciencia

El tan denunciado raquitismo del sistema español de ciencia y tecnología se manifiesta ante la emergencia del Prestige. "Es obvio que se nota: un país como Francia, con el doble de esfuerzo en I+D que España, con tres veces mas medios dedicados a investigación... sería muy sorprendente que no hubiese diferencias", afirma Rolf Tarrach, presidente del CSIC. "Con más medios tendríamos mejores datos, más completos y los habríamos obtenido antes. Tenemos barcos, pero algunos no están en condiciones para esta labor, y son pocos... La eficacia de los científicos crece con los medios disponibles".Sin embargo, advierte Tarrach, más medios de I+D no significaría "solucionar la crisis de forma mucho más eficaz, porque el problema es grave, con una fuente de contaminación viva (el fuel saliendo aún del Prestige). Trabajar a 3.800 metros de profundidad no es fácil ni para los países más avanzados".Más y mejores medios de oceanografía física, por ejemplo, serían necesarios para hacer una buena predicción de la evolución de los vertidos. En un país con tanto litoral, la oceanografía debería ser una prioridad, destaca Tarrach. Un centenar de científicos de ocho institutos del CSIC están directamente trabajando en la crisis del Prestige. Una de las carencias de la ciencia en España es la de técnicos de apoyo. "Somos un país con un desequilibrio: no tenemos suficientes científicos, pero donde estamos realmente peor es en los técnicos. En este caso, como hace falta una toma masiva de datos, éste es el personal más necesario".

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