"Hemos llegado a esta crisis por la terquedad del presidente"
"La situación es delicada", y existe el riesgo de que corra la sangre, reconoce Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras, el principal sindicato de empresarios de Venezuela, en coalición contra el jefe del Estado, Hugo Chávez, con la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y los partidos de oposición agrupados en la Coordinadora Democrática. "Seguimos trabajando en una salida electoral, pero vemos al Gobierno muy trancado. No da oportunidades. A Chávez le resbala todo lo que pasa". Fernández, de 52 años, es ingeniero mecánico, nacido en Zaragoza. A los ocho años llegó a Venezuela, donde su padre había establecido su residencia profesional como administrador de una finca de cítricos. Fernández ha fundado 15 empresas y sustituyó en el cargo a Pedro Carmona, presidente de facto de Venezuela durante el breve derrocamiento de Chávez, el 12 de abril. "Nos preocupa que el presidente haya llamado a desacatar las órdenes judiciales. Nos preocupa porque eso es prácticamente ponerse al margen de la Constitución".
Pregunta. ¿No teme que las movilizaciones acaben en sangre?
Respuesta. Bueno, el riesgo existe. Pero la única manera de canalizar la angustia de la sociedad es a través de que lo expresen en las marchas, en las protestas y en los cacerolazos. Si usted no les da esa válvula de escape, la situación podría desembocar en violencia.
P. El jefe del Ejército defiende a Chávez y está contra ustedes.
R. Todos conocemos que este general Montoya [general de división Julio García Montoya] y el general José García Carneiro [jefe de la guarnición de Caracas] son fichas del presidente.
P. ¿Qué pide a los militares?
R. Que su actuación se ajuste a la Constitución y a la ley, que no pueden estar parcializados para un proyecto político. Sus deberes son defender la sobernía nacional y a los ciudadanos.
P. ¿Pueden llegar a desobedecer a Chávez en algún momento?
R. Creo que en el seno de las Fuerzas Armadas existe una conciencia de lo que significa la institución y el respeto y apego a las leyes y a las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia. Lamentablemente, los mandos que en estos momentos están prácticamente plegados a la posición y la decisión del presidente de la República son los que están manejando a los componentes militares.
P. Sin el apoyo de las Fuerzas Armadas, forzar la renuncia de Chávez parece complicado ¿no?
R. Sí, es bastante complicado, pero en el exterior está quedando bastante claro cuál es la actuación del presidente de la República. Eso debe ser contabilizado en el momento en que tenga que buscarse una salida por la vía electoral, por la presión que pueda ejercer el pueblo de Venezuela.
P. ¿Cómo se ha llegado a este extremo?
R. Por la terquedad de una sola persona, que no da los espacios para que las diferencias puedan ser llevadas por la línea democrática, por el ejercicio del voto, para salir pacíficamente de la crisis.
P. ¿Hay fisuras entre las empresas de Fedecámaras sobre la prolongación de la huelga?
R. Hasta ahora todas se mantienen. Pero el problema va más allá de lo que es un paro. Ya es la convicción de la mayoría de los venezolanos de encontrar una salida a la crisis por la vía democrática, por la vía electoral, de que se le escuche.
P. Imagino que no hay quien invierta en estas condiciones.
R. En este momento, no. El país está en una situación de postración. La economía está, día a día, cayendo en un derrumbe en el cual la paralización de la principal industria, que es la petrolera, afectará a la situación económica y golpeará a la sociedad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.