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CATÁSTROFE ECOLÓGICA EN GALICIA | La seguridad marítima

España y Francia acuerdan controlar todos los barcos peligrosos que naveguen por sus aguas

Los petroleros monocasco de más de 15 años que no ofrezcan garantías serán expulsados

Quien no esté en regla, más vale que se quede fuera. Éste es el mensaje que el presidente del Gobierno español, José María Aznar, y el jefe del Estado francés, Jacques Chirac, quisieron difundir ayer al acordar que a partir de hoy sus respectivos países podrán abordar dentro de las aguas de su soberanía cualquier buque sospechoso de ser peligroso y expulsarlo de la zona de 200 millas si el riesgo se confirma. El paradigma de buque peligroso queda definido así: monocasco de más de 15 años de antigüedad cargado de fuel o alquitrán. La catástrofe ecológica creada en las costas gallegas por el vertido del Prestige, un buque de 26 años de antigüedad y un solo casco, ha marcado en gran medida esta cumbre hispano-francesa.

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La medida disuasoria, de ejecución difícil ya que requiere medios navales importantes si ha de ser aplicada a gran escala, fue propuesta por el presidente francés y es perfectamente legal desde el punto de vista internacional, porque, según explicó el presidente del Gobierno español, "se apoya en el artículo 56 de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar".

Chirac explicó que si con anterioridad no se adoptó nunca una disposición de este tipo es porque "el derecho marítimo internacional está concebido para garantizar la libertad de navegación y resultaba problemático poner en cuestión ese principio". "Hoy hemos decidido que las cosas han llegado demasiado lejos", concluyó.

Aznar, por su parte, aseguró que los dos países disponen de "recursos suficientes" para abordar en alta mar los buques monocasco de más de 15 años con fuel o alquitrán, comprobar si disponen de suficiente instrumental de control de la carga y obligarles a cambiar de ruta en caso contrario, salvo que el capitán facilite toda la información necesaria sobre el estado del buque, la identidad de los operadores y otros datos pertinentes para la seguridad del transporte.

El presidente del Gobierno añadió que Francia y España invitarán a los Quince a adoptar estas mismas medidas en el Consejo Europeo que se celebrará el próximo 12 de diciembre en Copenhague. La Unión Europea decidió, tras la catástrofe del Erika, prohibir para el 2015 la circulación de buques con un solo casco por las aguas de sus Estados miembros.

Chirac y Aznar acordaron ayer, según explicó el presidente español, promover que se adelante esa prohibición al 2013. En cuanto a controles, es norma comunitaria que se inspeccione uno de cada cuatro que toque puerto, si bien no se aplica. Los controles sistemáticos en alta mar anunciados ayer son una novedad absoluta.

Contra la actitud de Gibraltar

Además, España y Francia decidieron ayer, durante la cumbre que Aznar y Chirac celebraron en Málaga, impulsar conjuntamente en el Consejo Europeo de Copenhague los restantes ocho puntos de la carta que el presidente español dirigió el pasado jueves a los líderes europeos recomendando, además del adelanto de la prohibición de que naveguen buques monocasco, que se acelere la aplicación de las medidas de seguridad ya aprobadas; que se cree un fondo de solidaridad comunitaria para este tipo de catástrofe; que se potencie el control del tráfico marítimo; que se ponga fin a los paraísos que se niegan a aplicar la normativa vigente, como es el caso de Gibraltar, según las autoridades españolas; y que los Quince actúen coordinadamente ante organismos como la Agencia Marítima Internacional para promover sus objetivos.

En ese último contexto encaja la iniciativa que España promovió ayer en Málaga, pero que no fue recogida en las conclusiones de la cumbre hispano-francesa por las dificultades prácticas que presenta. Según sugiere la citada carta de Aznar a los otros dirigentes de la UE y según explicó a la prensa la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, España tiene ya el acuerdo de Portugal y, desde ayer, el apoyo de Francia para desplazar hacia alta mar el corredor por el que circulan los buques de carga -"una autopista que, vista desde un satélite, tiene más tráfico que la M-30", según Palacio-, situado a 25 millas de la costa.

El problema es que por el mismo pasillo navegan buques potencialmente peligrosos junto a otros que no lo son, y que el desplazamiento de los que entrañan riesgos tendría que hacerse sin merma de la operatividad de los radares y otros dispositivos de control necesarios para una navegación segura. De ahí que, según explicó el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, antes de decidir si el pasillo se desplaza a 50 o 70 millas haya que resolver esa cuestión técnica.

Críticas a la oposición

Tras hacer el anuncio de todas las medidas relacionadas con la catástrofe del Prestige acordadas en esta decimoquinta cumbre hipano-francesa, Aznar dijo, al ser preguntado por las críticas que le han dirigido los nacionalistas gallegos y los socialistas: "No me parece acertado intentar aprovechar una catástrofe de esta magnitud para ganar ventajas políticas. Acepto las críticas de los perjudicados, pero no las de los que quieren perjudicar".

José María Aznar reiteró que la acción de su Gabinete hacia los damnificados por el enorme vertido de fuel ha sido inmediata, y retó a quien crea que se puede llevar a puerto un barco accidentado como el Prestige, o piense que se le puede auxiliar "con olas de tres metros y vientos de 100 kilómetros" por hora, a "que lo diga".

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