Aerolineas logra sobrevolar la crisis
Amplía rutas, vuelos y plantilla, y cierra un acuerdo para levantar la suspensión de pagos
Aerolíneas Argentinas ha abandonado en los últimos doce meses los permanentes conflictos laborales, ha ampliado rutas y ha mejorado la tasa de ocupacion de sus aviones. El relativo reflotamiento de la compañía, que se ha producido en plena crisis del sector y de la economía argentina, ha propiciado un acuerdo con los acreedores para poner fin al proceso judicial de su suspensión de pagos.
Los propietarios españoles del grupo van a inyectar otros 382 millones de dólares para capitalizar la aerolínea y su filial Austral
Sus competidores y el sindicato de mecánicos alegan que utiliza tarifas depredatorias para recuperar su posición 'monopólica'
Aerolíneas Argentinas gana altura en medio de las borrascas. Con la economía argentina sumida en una profunda crisis y en plenas vacas flacas de su sector (las compañías aéreas argentinas han reducido en los últimos doce meses en un 25% los pasajeros transportados, el número de vuelos y han despedido a 2.000 trabajadores.
Aerolíneas, por el contrario, ha ampliado su plantilla de 6.734 a 7.000, ha recuperado cuota en el mercado doméstico (del 17% al 77,8%), ha vuelto a volar 30 ciudades argentinas (lo hacía a 14) y a 20 del exterior (antes llegaba a seis), ha aumentado su coeficiente de ocupación en los aviones (de 51,7% al 78%) y ha transportado un 40% más de pasajeros.
El martes se cumplió un año desde que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) adjudicó Aerolíneas a Air Comet, el consorcio liderado por Marsans. Los nuevos dueños lo celebraron con el anuncio de un acuerdo con los acreedores para levantar la suspensión de pagos.
Un éxito que no todos comparten. Sus com
petidores y el sindicato de mecánicos alegan que utiliza tarifas depredatorias para recuperar su posición 'monopólica' y dudan que pueda sobrevivir una vez que la SEPI desembolse los 615 millones de dólares que le prometió a Marsans. Multitud de querellas enmarcan este conflicto.
Cosecha de enemistades
Aerolíneas ha denunciado a la línea ARG por usar su marca, a Southern Winds y a funcionarios de la Secretaría de Transporte por un servicio supuestamente irregular y a la gestora de los aeropuertos por unas tasas dolarizadas. 'Nos estamos ganando muchos enemigos', admitió el presidente del comité ejecutivo de Aerolíneas, Antonio Mata, en una reunión con 1.800 empleados.
'Poner una operación en marcha el 4 de noviembre, cuando no había ni un jodido tornillo, supuso muchísimo dinero de inversión', explicó Mata. En octubre de 2001, la SEPI se comprometió a entregar fondos a Air Comet para sanear la mitad de la deuda de Aerolíneas, que ascendía a 1.200 millones. A cambio, le exigía la recuperación inmediata del nivel de operaciones previo a la batalla de cinco meses con los sindicatos, que rechazaban el plan de recortes de plantilla y de nómina que proponía la SEPI. El comprador también se comprometió a optimizar la gestión, promover una ampliación de capital de 50 millones de dólares, aumentar las rutas y frecuencias, renovar y modernizar la flota -sumará ocho aviones nuevos antes de 2003- y desarrollar un plan industrial. Los nuevos propietarios prometieron a los empleados mantener sus puestos de trabajo por dos años.
Aerolíneas, que había suspendido pagos en junio de 2001, acordó con el 60% de los acreedores que se le condonara el 60% de la deuda y se comprometió a pagar el resto en dos años. La devaluación del 72% del peso, desde enero hasta hoy, licuó el pasivo a sólo 537 millones de dólares, lo que supone un 55% menos que en octubre de 2001. Con la quita del 60% que Aerolíneas propondrá a la Justicia antes del 28 de octubre, la deuda quedará reducida a 214 millones. Este recorte fue posible gracias a que Air Comet invirtió 300 millones en la compra de obligaciones y se convirtió en el principal acreedor, según admitió Mata.
El grupo español, que cuenta el 91,94% de Aerolíneas, anunció el mes pasado el desembolso de 349 millones para capitalizar la empresa y de 33 millones para hacer lo propio con su filial Austral. Antes de fin de año, ampliará otra vez el capital de Aerolíneas en 268 millones y de Austral en 26 millones, según anunció Mata esta semana. Estas inversiones licuarán las participaciones del Estado argentino (5,41%) y de la plantilla (2,65%).
Aerolíneas perdió 392 millones de dólares entre julio de 2001 y julio de 2002. En éste mes y en agosto consiguió beneficios operativos, por primera vez en 25 años. La empresa aspira para el ejercicio 2002/2003 al equilibrio o a un beneficio de 25 millones. Para ello abre nuevas rutas y ha negociado con los proveedores una disminución del 55% de los costes.
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