Bruselas propone crear patrullas conjuntas UE-Marruecos para controlar a los 'ilegales'

La Comisión Europea propondrá a finales de este mes la creación de patrullas policiales conjuntas formadas por agentes de la UE y de Marruecos para controlar los flujos de inmigrantes clandestinos, especialmente subsaharianos, que acceden a Europa a través del estrecho de Gibraltar. Ésa es una de las conclusiones más destacadas del informe que redactan 10 expertos que visitaron Marruecos del 7 al 18 de julio por encargo de la Comisión Europea. Los expertos han constatado que Rabat no dispone de las capacidades más elementales para hacer frente a ese problema.

Para vigilar sus 3.000 kilómetros de costa, los marroquíes apenas disponen de vehículos

La UE destinó 40 millones a Marruecos para el control de la inmigración clandestina

En la cumbre europea de Sevilla, celebrada el pasado mes de junio, los Quince pactaron la puesta en marcha de patrullas mixtas europeas, pero no con la participación de terceros países. Por eso, la propuesta de los 10 expertos supone un salto importante. Cinco de ellos son funcionarios de la Comisión y los otros cinco proceden de Italia, Francia, Holanda y Portugal.

El objeto de su visita a Marruecos consistió en conocer sobre el terreno las principales necesidades de Rabat al respecto, una vez que la Comisión decidió antes del verano entregar 40 millones de euros al Gobierno marroquí para destinarlos al control de la inmigración clandestina.

Durante los días que estuvieron en Marruecos visitaron Kenitra, Rabat, Casablanca, Tánger, Nador, Oujda y El Aaiún, así como el puesto fronterizo con Melilla. Se entrevistaron con siete gobernadores de otras tantas zonas costeras, alcaldes y jefes policiales y militares, así como con un grupo de emigrantes subsaharianos en Nador.

Éstas son algunas de las principales conclusiones a las que llegaron, además de la creación de patrullas mixtas:

Dotación de medios. Buena parte de los 40 millones de euros debe ser utilizada para adquirir vehículos todoterreno, motocicletas, radares, teléfonos móviles y equipos informáticos. Para vigilar los 3.000 kilómetros de costa, los marroquíes apenas disponen de vehículos ni lanchas. En un puesto situado en el Sáhara, los expertos vieron cómo un marinero marroquí disponía sólo de un radar de la II Guerra Mundial que difícilmente discrimina entre una gran ola y una pequeña embarcación. En Tánger, los agentes supervisan si en los camiones se han introducido emigrantes con simples golpes de martillo en la estructura del vehículo. Necesitan un escáner, pero cuesta unos tres millones de euros.

Detección de pateras. Los expertos creen que, más que mafias para pasar el Estrecho, hay, sobre todo, individuos que aisladamente organizan sus propios negocios. Localizan por los pueblos a emigrantes marroquíes y subsaharianos y les proponen cruzar el Estrecho en patera a cambio de unos 2.000 o 3.000 euros. Pagan la mitad de inmediato y la otra mitad el día fijado para el viaje. Por una sola operación, el organizador obtiene un beneficio mínimo de 30.000 euros, una cantidad que le permite sobrevivir todo el año en Marruecos. La policía marroquí tiene grandes dificultades para localizarles porque, hasta ahora, además, no ha sido una prioridad para las autoridades. Si son detenidos, los traficantes de seres humanos son condenados a una media de dos años de prisión. Los expertos proponen fuertes inversiones en la formación de agentes especializados.

Campañas de información. El equipo de expertos, como las autoridades marroquíes, consideran que deben hacer más campañas de información para sus ciudadanos. En los últimos meses la televisión marroquí ha difundido anuncios en los que se ve una patera junto a una veintena de cadáveres, además de testimonios de marroquíes en París explicando la penosa situación en la que vivían.

Un problema imprevisto. Los funcionarios marroquíes coincidieron en asegurar que se les ha venido encima un problema con el que no contaban y que no estaban preparados para afrontarlo, especialmente por la avalancha de emigrantes procedentes de Nigeria, Malí y Liberia. Los expertos proponen crear una comisión de seguimiento UE-Marruecos para analizar los problemas de igual a igual, intercambiarse información, cruzar estadísticas fiables o colaborar entre los jueces de ambas riberas.

Más ingresos que por turismo. Por primera vez en la historia de Marruecos, el principal ingreso exterior del país procedió el año pasado de los emigrantes (3.700 millones de euros), por encima de los originados por el turismo (2.900 millones de euros). Los expertos apuestan por mejorar los programas para regularizar la inmigración legal a través de centros especializados en Marruecos.

Negociación con Argelia. La gran mayoría de subsaharianos que llegan a Marruecos para dar el salto a Europa lo hacen a través de Argelia, que no ejerce control fronterizo alguno en ese terreno a través del Sáhara. Por eso, los expertos proponen que la Unión Europea abra de inmediato también negociaciones con Argel. Los expertos observaron que en un solo día, el 14 de julio, fueron detenidos en un puesto marroquí próximo a Oujda, en la frontera con Argelia, 180 subsaharianos. En estos casos, la mayoría son expulsados de nuevo a Argelia, pero logran penetrar después en Marruecos sin problema alguno.

No culpabilizar. El equipo de expertos considera fundamental eliminar cualquier tentación de culpar a Marruecos por la avalancha de clandestinos hacia Europa. Las propias autoridades marroquíes, explica uno de ellos, reconocen que no han reaccionado a tiempo, pero sobre todo ponen de relieve la falta de medios que sufren. Pero, además, repiten que los países europeos les exigen algo que en Europa resulta inadmisible por principio: impedir por la fuerza la salida de sus propios ciudadanos.