El Banco Mundial pide el fin de los subsidios agrícolas en los países ricos
El vicepresidente del Banco Mundial, Ian Johnson, pidió ayer en Johanesburgo el fin de los subsidios agrícolas en los países más avanzados al subrayar que este punto es vital para el desarrollo, sobre todo del continente africano. 'La pobreza está en el corazón de las prácticas no sostenibles', dijo Johnson, quien subrayó que no se debería permitir el gasto de 350.000 millones de euros que todos los años se dedica a esta práctica que sólo beneficia a los consumidores y productores del mundo rico y constituye un despilfarro del dinero del contribuyente que resulta en unos precios irreales y un sistema tributario ineficiente de los productos que dañan el medio ambiente.
'No estamos en contra de los subsidios per se, pero sí contra los subsidios ineficientes', matizó a continuación. 'Los subsidios entregados sin un marco fijo terminan beneficiando a las élites y no a los pobres', añadió.
Según el vicepresidente del Banco Mundial, 'para que exista crecimiento en África es necesario desarrollar la agricultura'. 'Los subsidios en el norte son un óbstaculo en ese sentido', añadió al lamentar que el Banco Mundial no hubiese llegado antes a esta conclusión.
Críticas
Estas palabras no evitaron que, pocas horas después, Oxfam Internacional -Intermón Oxfam en España- denunciase el impacto negativo de las políticas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) en África. 'Durante quince años, el Banco Mundial y el FMI han promovido la liberalización agrícola en los países pobres con un exceso de celo. Pero no se ha prestado la suficiente atención a las nefastas consecuencias que ésta ha tenido en los agricultores más pobres' dijo Antonio Hill, de Oxfam Internacional.
Zimbabue, Lesoto, Zambia, Malaui, Suazilandia y Mozambique afrontan actualmente una hambruna catapultada por una sequía. Se calcula que 13 millones de personas necesitan urgentemente alimentos. Sin embargo, según Oxfam Internacional, a diferencia de la hambruna experimentada en África a principios de los noventa, la tragedia de hoy se debe más que a la falta de lluvias, a la mala gestión de los Gobiernos de los países afectados, el impacto del sida, la deuda externa y unos servicios públicos colapsados. 'La principal causa de la hambruna es que muchos hombres y mujeres son hoy más pobres y vulnerables que antes', asegura un informe de esta organización que también pidió ayer la Unión Europea que cambie sus políticas de subsidios. y el dumping que de ellas se deriva, consistente en enviar los excedentes agrícolas a la región africana.
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