Las listas de espera de cirugía llegan hasta los 48 meses en algunos hospitales catalanes

Las listas de espera en el conjunto de los hospitales catalanes se han reducido a casi la mitad en los últimos tres años. Así lo ratifican las estadísticas que cada seis meses publica el Servicio Catalán de la Salud (Catsalut), que siguen evidenciando la existencia de auténticos puntos negros, sobre todo en el área metropolitana de Barcelona y en Tarragona, donde los pacientes de algunos hospitales siguen soportando listas de espera de cirugía de hasta 48 meses cuando la media catalana es de 90 días.

Las estadísticas del Catsalut sobre las listas de espera en Cataluña en las 14 intervenciones quirúrgicas de las que se lleva un control exhaustivo son tan dispares como sorprendentes. Si bien el tiempo de espera medio se ha reducido hasta 2,9 meses en el conjunto de Cataluña, e incluso se ha eliminado totalmente en varios hospitales de zonas poco pobladas, todavía hoy es normal esperar más de medio año de media en centros como el hospital del Mar de Barcelona, la unidad de traumatología de Vall d'Hebrón o en el hospital de Viladecans.

Pero cuando se dejan aparte los tiempos de resolución medios y se abordan las diferentes intervenciones una por una se observan grandes diferencias por zonas e incluso por hospitales. Mientras que en el hospital de Figueres la lista de espera para la implantación de una prótesis de rodilla apenas supera los 15 días, la misma intervención tiene una demora de 48 meses en el hospital de Sant Rafael de Barcelona. Algo parecido ocurre con las implantaciones de prótesis de cadera, cuya demora oscila entre 3 días en el hospital de Figueres, 10 meses en Bellvitge y 22 en el hospital de Sant Rafael de Barcelona.

Si todos estos hospitales son financiados de una u otra forma con fondos públicos, ¿a qué obedece el abismo que les separa en lo que a listas de espera se refiere? Lluís Masferrer, del Sindicat de Metges de Catalunya, considera que las estadísticas sobre listas de espera 'son engañosas' porque 'calculan un tiempo medio entre el paciente que espera un día y el que espera tres años'. Pero el problema es, a juicio de Masferrer, que 'los hospitales de las zonas más pobladas, sobre todo en las comarcas del Vallès y la zona del Baix Llobregat, siguen estando faltados de recursos para afrontar las listas de espera'.

Otro problema es que no todos los pacientes que esperan para una intervención en Cataluña están contabilizados en estas listas. De acuerdo con el Servicio Catalán de la Salud, 34.600 personas estaban esperando a finales de junio para ser sometidos a una de las 14 intervenciones del registro de control, que son: cataratas, varices, hernias, colecistectomías, artroscopias, vasectomías, prostatectomías, extirpación del canal carpiano, circuncisiones, prótesis de rodilla y de cadera y histerectomías, amigdalectomías y septoplastias. Sin embargo, antes de entrar en la lista de espera, Sanidad se reserva un periodo de tiempo que no determina destinado a 'organizar las intervenciones y establecer las prioridades por parte del hospital'.

Algunos hospitales realizan la tarea de establecer las prioridades y organizar las listas de espera con gran celeridad o en un tiempo relativamente corto. Esta agilidad permite que los pacientes sean contabilizados como enfermos en espera desde el primer momento. Pero existe un número de pacientes, sobre cuya cuantía Sanidad no informa, que tardan hasta 90 días en pasar a la lista oficial de espera. En este caso, los hospitales maquillan con una demora burocrática la verdadera demora asistencial.

¿Cuánta gente puede estar en esta especie de limbo? 'Mucha', asegura Lluís Masferrer, quien también denuncia que algunos hospitales tiene por costumbre no poner a nadie en lista de espera hasta que ésta se va vaciando. 'De esta forma Sanidad puede cumplir con los tiempos de garantía que se marcó', argumenta. El tiempo de garantía es actualmente de 3,5 meses para el conjunto de las operaciones del registro de control. El próximo año se reducirá a tres meses, según mantienen los responsables del Departamento de Sanidad.

Las listas de espera han sido uno de los principales motivos de denuncia por parte de los sindicatos que representan al personal asistencial y los partidos de la oposición contra la gestión del Gobierno catalán, que preside Jordi Pujol, desde que hace dos años el jefe del servicio de cirugía cardiaca del hospital de Sant Pau, Alejandro Arís, denunció la muerte de siete pacientes que se encontraban en lista de espera para ser intervenidos.

Desde entonces, la cirugía cardiaca ha mejorado sus tiempos de resolución gracias a la entrada en servicio de una nueva unidad quirúrgica en el hospital de Can Ruti de Badalona y al aumento de las intervenciones en los quirófanos ya existentes. Sin embargo, Lluís Masferrer afirma que 'todos los esfuerzos se han dirigido a erradicar las listas de espera de 14 intervenciones concretas y se han descuidado otras. El gran error que se está cometiendo es cuantificar las patologías y no los enfermos que deben operarse'. Además, agrega Masferrer, 'no se está haciendo nada para programar las necesidades de los hospitales a largo plazo'.