Bush dice que 'ha llegado la hora' de que Israel retire sus tropas
El presidente de EE UU recibe en su rancho al príncipe heredero saudí
Con un esfuerzo visible por equilibrar su retórica, el presidente de EE UU, George W. Bush, pidió ayer al Gobierno de Israel la retirada inmediata de los territorios ocupados en las últimas semanas. Al mismo tiempo, Bush lanzó una advertencia al mundo árabe: 'No permitiremos que Israel sea aplastado', dijo después de reunirse con el príncipe heredero de Arabia Saudí en su rancho de Crawford (Tejas).
El príncipe Abdalá bin Abdelaziz presiona a Bush para que modere su postura en el conflicto y contenga su abierto apoyo a Israel. Bush y el heredero saudí conversaron durante cinco horas en la tarde del jueves antes de compartir una cena a la barbacoa, lo cual se ha convertido en una especie de obligación diplomática del presidente de EE UU. Bush y el príncipe 'se están conociendo', dijo una fuente de la Casa Blanca: 'Estoy convencido de que cuanto mayor sea nuestra amistad personal, más fuertes serán las relaciones entre nuestros países', dijo Bush en una frase a la que también recurre a menudo.
Ayer compareció ante la prensa con un discurso claramente adaptado a las sugerencias que le había formulado su invitado saudí. Cuando se le preguntó qué calendario era el más conveniente para la retirada de tropas israelíes en los territorios ocupados recientemente, Bush respondió: 'Ha habido algunos progresos, pero creo que es hora de actuar. Es hora de acabar con esto. Vamos a ver qué ocurre. Sé que nos han oído'.
Hace tres semanas, Bush ya pidió el fin de las incursiones israelíes en nuevos territorios palestinos y su retirada de las zonas ocupadas. Sin embargo, la Casa Blanca había tolerado con silencio la falta de respuesta de Israel a esta exigencia, lo que el mundo árabe interpreta como connivencia entre EE UU e Israel.
'Le he explicado al príncipe', dijo Bush, 'que tenemos una relación única con Israel y que si hay algo de lo que el mundo puede estar seguro es de que no permitiremos que Israel sea aplastado'. Según Bush, el príncipe Abdalá 'entiende mi política internacional porque hablo con claridad'. Después volvió a referirse a la entrada de Israel en territorios palestino en las últimas semanas: 'Es hora de que salgan', sentenció, sin mencionar en ningún momento a Ariel Sharon. Las relaciones entre EE UU y Arabia Saudí se han venido deteriorando a pesar de que ambos países se necesitan mutuamente en el terreno comercial y estratégico. La posición geográfica e ideológica de Arabia Saudí le convierte en el mejor aliado de Washington, tanto que su enemistad dejaría a EE UU sin apoyos en el mundo árabe.
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