Israel levantará el confinamiento de Arafat y le dejará moverse libremente
La Casa Blanca anuncia el acuerdo israelí para retirar sus tropas de Ramala
El presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, podrá desplazarse libremente por los territorios palestinos. El fin del confinamiento de Arafat en su cuartel general, de donde no podía salir desde el pasado mes de diciembre, ha llegado después de que el Gobierno de Israel, dirigido por Ariel Sharon, aceptara una propuesta personal del presidente de EE UU, George W. Bush, consistente en que los asesinos del ex ministro israelí de Turismo Rehavam Zeevi cumplan su sentencia por asesinato en territorio palestino, pero vigilados por efectivos estadounidenses o británicos.
Arafat ya ha aceptado oficialmente la propuesta estadounidense, que Bush hizo ayer a Israel y que Sharon ha revelado hoy a sus ministros en la reunión semanal del Gabinete. Ya horas antes la Casa Blanca hacía el anuncio de que Arafat tendrá libertad de movimientos, medida que, según la presidencia americana, contaba con el acuerdo del Gobierno de Sharon.
Lo que no se conoce todavía es cuándo se hará efectiva la liberación de Arafat, que lleva confinado de hecho en Ramala desde el mes de diciembre. La medida fue tomada en represalia por el asesinato de Zeevi, en el mes de octubre. Israel exigía la captura de los asesinos y, al cumplirse esta condición, levantó mínimamente el arresto, aunque Arafat no podía salir de la localidad. El 29 de marzo, en represalia por el atentado en Netania que causó más de 20 muertos, Israel lanzó una ofensiva contra las oficinas de Arafat en Ramala, limitando de hecho sus movimientos a algunas dependencias del complejo administrativo.
Ari Fleischer, portavoz de Bush, ha declarado que el presidente se encuentra muy satisfecho de la decisión del Gobierno de Israel. Asimismo, ha precisado que "ahora estamos en estrecho contacto con las autoridades palestinas para poner en práctica las propuestas avanzadas". En estos momentos, una delegación estadounidense y británica se encuentra en el cuartel general de Arafat en Ramala para coordinar el traslado de los cuatro acusados del asesinato de Zeevi a una prisión fuera de los límites de la localidad.
Hasta ahora Israel había exigido para levantar el asedio al líder palestino, confinado y rodeado de fuerzas israelíes en la mukata de Ramala, que le sean entregados los asesinos de su ministro, que el jueves fueron condenados por un tribunal militar palestino a penas de entre 1 y 18 años de prisión.
Asimismo, siempre según la Casa Blanca, el Gobierno israelí habría aceptado retirar sus tropas de la localidad cisjordana de Ramala, donde se encuentran las oficinas de la administración palestina y donde se encuentra confinado el rais palestino.
Desde la Casa Blanca también se ha anunciado la visita a Washington durante la primera semana de mayo del primer ministro israelí, Ariel Sharon.
Misión de la ONU en Yenín
Por otra parte, Israel ha vuelto a retrasar la decisión sobre la aceptación de una misión de la ONU que debe encargarse de investigar los hechos ocurridos en el campo de refugiados de Yenín durante la ocupación militar israelí. Si esta mañana Sharon proponía a su Gobierno un aplazamiento de 24 horas para dar su visto bueno a la llegada de la comisión investigadora, ahora el Gobierno ha aplazado la votación sobre si Israel cooperará o no con la misión.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, proponía esta mañana a su Gobierno que ampliara en 24 horas el plazo en el que debe dar su visto bueno a la labor investigadora de la misión de la ONU, pero tras la reunión semanal del consejo de ministros, el Gobierno ha decidido dejar para mañana la decisión. Israel quiere consultar con EE UU los términos de la investigación, a fin de contar con el apoyo del Gobierno de Bush para forzar a la ONU a aceptar sus condiciones.
La misión de observadores de la ONU ya ha sido retrasada en dos ocasiones a petición de Israel que pone como condición sine qua non que haya más militares en la misma, que testifiquen los israelíes que ellos designen y que también se investiguen los atentados suicidas palestinos.
Israel sostiene que los testigos que presten testimonio ante la comisión deben ser elegidos por este país, "ya que lo harán en su representación", aunque la ONU se opone a esta exigencia.
El ministro de Exteriores, Simón Peres, en comunicación telefónica con Cormelio Sommaruga, ex presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja y uno de los integrantes de la misión, que debía llegar a la zona esta tarde, ha declarado que "no tiene sentido" que la misión se desplace a Israel por ahora. Según fuentes cercanas al ministro israelí, éste ha informado a Sommaruga de la decisión del Gobierno israelí, que estima que las condiciones "no son adecuadas todavía" para el viaje a la zona de los enviados de la ONU.
A la espera de lo que decida Israel, el ex presidente de Finlandia, Martti Ahtisaari, la antigua comisaria de las Naciones Unidas para los Refugiados, Sadako Ogata, y el ex presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Cornelio Sommaruga, parecen dispuestos a llegar a la zona incluso sin la autorización explícita del Gobierno hebreo, lo que podría provocar un serio incidente diplomático. De momento los miembros de la misión se encuentran en el aeropuerto de Ginebra.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá esta noche a puerta cerrada para tratar la cuestión del envío de la misión a Yenin.
8.442 millones de dólares de pérdidas en año y medio
La economía de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha registrado unas pérdidas de más de 8.400 millones de dólares desde que empezó la segunda intifada, en septiembre de 2000. Según cifras del Centro Zayed de Coordinación y Seguimiento, con sede en Abu Dabi, capital de Emiratos Arabes Unidos, en un año y medio la "agresión y el cerco militar israelí ha originado un grave retroceso de la economía palestina que, hasta el pasado 28 de marzo, perdió 8.442 millones de dólares", ha publicado el diario árabe internacional Al Sharq Al Awsat.
"Todos los sectores se han visto afectados en mayor o menor medida por la destrucción. (...) Casi todos los logros alcanzados durante años por la ANP han sido en vano, debido a los demoledores efectos de la agresión israelí", dice el informe del Centro Zayed divulgado por el diario. Añade que alrededor de 403.000 trabajadores palestinos perdieron sus empleos, lo que supuso una importante pérdida en el Producto Interior Bruto (PIB). El informe también detalla que el sector social, el turismo y los proyectos gubernamentales registran las mayores perdidas, con unos 1.384 millones de dólares, mientras que el ámbito de la vivienda y la construcción suma 570 millones de dólares.
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