La cumbre del envejecimiento de la ONU descarta adoptar compromisos financieros

La II Asamblea Mundial del Envejecimiento, que hoy concluye su reunión en Madrid, no establecerá nuevas fuentes de financiación para afrontar las consecuencias del envejecimiento en los países más pobres. 'Se admite la necesidad de financiación y de aumentar la cooperación internacional, pero no habrá compromisos económicos concretos', señalaron fuentes de la asamblea. 'Lo más importante del nuevo plan de acción es que enfoca el problema que planteará la longevidad en el Tercer Mundo. El inconveniente es que no plantea cómo afrontarlo', añadieron.

La II Asamblea Mundial del Envejecimiento, auspiciada por la ONU, prevé aprobar hoy, en su día de clausura, dos documentos: una declaración política y un plan de acción internacional. Ni uno ni otro incluirán las peticiones del Foro de las ONG, entre las que figuraba la creación de una agencia especial de Naciones Unidas (tipo Unicef) dedicada a los mayores. Estas organizaciones lo lamentaron.

Los documentos también excluyen el establecimiento de nuevos mecanismos de financiación para afrontar las consecuencias del envejecimiento en los países en desarrollo. EE UU y la Unión Europea se opusieron a incluir ese tipo de novedades. Venezuela (presidente del Grupo de los 77 más China) había propuesto a título individual que se aliviara en un 10% la deuda externa de esas naciones para dedicar ese monto a programas sociales, entre otras medidas financieras. Las ONG habían pedido la condonación de la deuda.

El portavoz de la Naciones Unidas en esta cumbre, Paul Hoeffel, aseguró ayer que los delegados tienen 'una enorme presión' para avanzar en las negociaciones. Se mostró optimista. La Asamblea prevé aprobar hoy los textos por aclamación.

A mediodía del jueves aún estaban pendientes 8 de los 21 párrafos de la declaración política. La principal discusión en torno a este documento se centraba en el derecho al desarrollo. Los países más pobres querían una referencia expresa a ese concepto, mientras los Estados desarrollados insistían en la necesidad de incluir referencias a la democracia y al Estado de derecho. Los negociadores intentaban equilibrar ambas referencias, según fuentes de la asamblea.

En la negociación para el plan de acción internacional se discutía, entre otras cosas, sobre el énfasis que debe darse a las consecuencias de la globalización en los países en desarrollo, y en concreto en qué medida su situación de desventaja les dificulta dedicar recursos a la atención de las personas mayores. Ayer por la tarde, los puntos de litigio eran ya 'mínimos', según fuentes próximas a la negociación.

Otra cuestión para el desacuerdo eran los mecanismos de supervisión y seguimiento del plan de acción. La Unión Europea y el Grupo de los 77 más China (engloba a 133 países en vías de desarrollo) mantenían un tenso tira y afloja. En términos generales, las negociaciones se han realizado a tres bandas: UE, Grupo de los 77 y EE UU. Además, ha habido posturas individuales de algunos países. Al menos la mitad de las divergencias han sido por cuestiones de lenguaje, que fuentes próximas a la negociación califican de 'nimias'.

El plan de acción establece una serie de objetivos para lograr sociedades abiertas a todas las edades. Entre ellos figuran la atención a la salud, el apoyo y la protección social de las personas de edad, y la colaboración entre los Gobiernos, la sociedad civil y el sector privado para 'transformar el plan de acción en medidas prácticas'. Entre las recomendaciones para la adopción de medidas figura 'permitir que las personas de edad continúen trabajando mientras deseen trabajar y puedan hacerlo'.