Los restos de la Barcelona arrasada en 1714 por Felipe V se conservarán

La guerra ha terminado. Uno de los más extraños apéndices que haya tenido jamás un conflicto bélico se resolvió definitivamente ayer al anunciar el Gobierno catalán que los espectaculares restos de la Barcelona que ordenó arrasar Felipe V en 1714, y que han aparecido al excavar el antiguo Mercat del Born, se preservarán completamente. De esta manera, la ciudad que vivió el asalto de las tropas borbónicas se libra de una segunda muerte: la que hubiera supuesto para las ruinas la construcción prevista de la biblioteca provincial.

Las obras preliminares para la que debe ser la gran biblioteca central de Barcelona, un proyecto de 34,19 millones de euros (casi 6.000 millones de pesetas), que paga el Ministerio de Educación y Cultura, sacaron a la luz a finales del año pasado un importante yacimiento que continúa excavándose. Se trata de los restos de una de las zonas de Barcelona en la que se libraron algunos de los combates más intensos del asedio de la ciudad durante la Guerra de Sucesión, y que fue medio demolida tras la rendición a fin de dejar libre una zona de tiro para la fortaleza que se hizo construir en la vecindad. La edificación en el siglo XIX de una gran nave con mínima fundamentación encima del lugar (el Mercat del Born) permitió una conservación excepcional de las ruinas.

El director general de Patrimonio de la Generalitat, Marc Mayer, hizo público ayer el indulto de los restos, tan sensacionales que incluyen balas de cañón halladas en el sitio en el que cayeron, casas, palacios, calles y testimonios estremecedoramente bien preservados de la vida urbana.

Mayer subrayó que el yacimiento arqueológico es lo prioritario y que se tratará de compatibilizar con él la biblioteca, siempre que no suponga ningún menoscabo para las ruinas.