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Bruselas analizará si el músculo del vacuno tiene priones de las 'vacas locas'

Gabriela Cañas

El Comité Científico Director de la Unión Europea analizará en los próximos meses si los músculos del ganado vacuno pueden propagar y acumular priones, los agentes que transmiten la enfermedad de las vacas locas. El descubridor de los priones, el premio Nobel Stanley Prusiner, publicó ayer en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences un trabajo que demuestra que los músculos del ratón son capaces de propagar ese agente infeccioso, y de acumularlo en notables cantidades. Hasta ahora se creía que los priones sólo se propagaban en los tejidos nerviosos (cerebro, médula espinal) y linfáticos.

La portavoz europea de Sanidad y Consumo, Beate Gminder, recordó ayer que los estudios disponibles hasta el momento en bovinos afectados por la enfermedad de las vacas locas nunca han hallado rastro de priones en los músculos. 'La estructura y el metabolismo de los ratones no pueden ser comparados con los de las vacas, los corderos o los humanos', añadió Gminder, 'por lo que es muy aventurado hacer una comparación'. Para la Comisión Europea, el estudio de Prusiner requiere análisis complementarios.

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El equipo de Prusiner, formado por científicos de cuatro departamentos de la Universidad de California en San Francisco, se ha basado en experimentos de inyección directa de material cerebral infectado (de ratón o de hámster) en los músculos del ratón. En esas condiciones, los priones se propagan y acumulan en el músculo (sobre todo en los músculos de las patas traseras, por alguna razón desconocida). Los científicos señalan que sus resultados 'plantean la preocupación de que los humanos que consumen carne de animales infectados con priones se arriesguen a contraer la infección', pero admiten que el contagio por vía oral es sumamente ineficaz.

Prusiner y sus colegas también reconocen que 'la posibilidad de que los priones se acumulen en el músculo del ganado vacuno con encefalopatía espongiforme o en las ovejas con scrapie [la versión ovina de las vacas locas] falta por determinar'. Pero añaden: 'Sin embargo, nuestros hallazgos indican la necesidad urgente de un esfuerzo generalizado y sistemático para determinar la distribución de priones en los músculos de los animales que padecen enfermedades priónicas'.

Los investigadores apuntan también la posibilidad de que la versión humana del mal de las vacas locas pueda diagnosticarse con una biopsia muscular.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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