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Los científicos sostienen que el Llobregat se debe recuperar a partir de la suma de iniciativas locales

Técnicos de la UPC y del MIT norteamericano estudian cómo devolver la actividad al río

La cuenca del Llobregat debe recuperar la vitalidad de antaño a partir de sus propios recursos y de su propia historia. El parque agrario, la comarca del Baix Llobregat y las colonias textiles entre Balsareny y Berga pueden conectarse para organizar una actuación completa en los 150 kilómetros de río. Para ello, deben tener en cuenta las iniciativas locales en marcha, ya que se presentan como el principal activo para poder devolver la vida a un río que, habiendo sido el más trabajador de Europa por el extremo aprovechamiento de sus aguas para producir la energía que necesitan las fábricas textiles situadas a su orilla, ahora 'muestra signos de agotamiento'. Ésta es una de las conclusiones de un estudio científico de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Los técnicos de la UPC y del MIT han concluido que la reactivación del Llobregat no puede llegar de una acción que no cuente con la implicación del propio territorio, aunque consideran también que se deben coordinar las distintas iniciativas que ya funcionan. Catalanes y americanos han presentado el resultado final de dos años de estudios y colaboración universitaria en el libro Proyectando el eje del Llobregat. Paisaje cultural y desarrollo regional , que se presentó el viernes en Manresa.

La idea que mueve el estudio es discernir cómo se puede devolver la actividad al Llobregat y que ésta no se limite sólo a un aprovechamiento de recursos industriales reconvertidos en atractivos turísticos, porque se considera que este sector sería insuficiente para consolidar económicamente la zona.

Atracción

El profesor Joaquim Sabater, director del grupo de trabajo de la UPC, propone que 'los recursos patrimoniales se sitúen como el objetivo básico para conseguir impulsar proyectos de reactivación económica; que las viejas fábricas de las colonias recuperen la actividad; que la gente venga atraída por el interés, por ejemplo, de la acequia de Manresa; que el parque agrario del delta continúe produciendo y salvaguardando la actividad terciaria y que, al mismo tiempo, atraiga el interés de los barceloneses y de los habitantes del área metropolitana; que el Museo de las Minas de Cercs sea cada vez más conocido'. Y el profesor Mark Schuster insiste en la necesidad de 'hacer un proyecto desde la base' dando prioridad a las intervenciones realmente 'significativas'.

De hecho, el equipo que ha dirigido Sabater ha identificado como elementos más significativos del curso del Llobregat la centenaria cementera Asland del Clot del Moro (La Pobla de Lillet), la colonia minera de Sant Corneli con su Museo del Carbón, el embalse de la Baells, las colonias textiles del Llobregat situadas entre Navàs y Berga -donde se quiere crear un parque fluvial-, la acequia de Manresa -que también tiene un proyecto propio-, el sector vinícola, los antiguos trenes y el cremallera y los funiculares de Montserrat, y el parque agrario del Baix Llobregat. A estos elementos, el MIT añade Montserrat, que, a diferencia del punto de vista sentimental catalán, para ellos forma parte del potencial del río. Los americanos insisten en los fenómenos culturales que les han sorprendido, como los Pastorets de L'Ametlla de Merola (Puig-reig) y la Passió de Olesa y Esparreguera.

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El Llobregat ha tenido un papel central en el desarrollo social y cultural de Cataluña, sobre todo a partir de la industrialización. En sus 150 kilómetros se implantaron un sinfín de fábricas, muchas de las cuales no superaron las crisis de la segunda mitad del siglo XX. Y en los 1.300 metros de desnivel desde su origen, en la Tossa d'Alp, hasta su desembocadura, se encuentran los principales ámbitos de Cataluña. La UPC y el MIT han analizado las principales experiencias de desarrollo a lo largo de un río en Europa (parque fluvial del Besòs, del Ter, del Po turinés, el ecomuseo de Le Creusot y los parques agrícolas del sur de Milán y de Palermo) y americano (el canal de Ohio y Erie, el canal de Augusta, el proyecto The New River en Carolina del Norte y el Blackstone River Valley), y a partir de las referencias externas y de las propiedades internas, concluyen que se debería hacer un plan para el conjunto del Llobregat que tuviera en cuenta los atractivos y potenciales y la creación de un órgano de gestión conjunto.

Además, los dos equipos coinciden en señalar que es prioritario completar los inventarios de los recursos culturales del Llobregat y en que se deberían tomar medidas para evitar el deterioro del patrimonio industrial, que en algunos casos es ya muy preocupante.

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