La crisis fuerza a Rato a rebajar del 2,9% al 2,4% su previsión de crecimiento para el año que viene

El Gobierno ha abandonado sus previsiones económicas para el año que viene, contenidas en los Presupuestos Generales, y ayer presentó una revisión a la baja. El crecimiento económico, que hace apenas tres meses se estimaba en un 2,9%, ha quedado reducido en medio punto, hasta el 2,4%. El vicepresidente Rodrigo Rato presentó ayer el nuevo escenario macroeconómico aprobado por el Gobierno, y que la semana que viene se enviará a Bruselas. Rato ha incluido dos escenarios alternativos, en el más pesimista de los cuales el crecimiento es sólo del 1,8%.

Las nuevas previsiones aprobadas por el Consejo de Ministros se presentan después de que numerosos organismos internacionales, entre ellos la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), hubiesen estimado que el crecimiento de España rondaría el 2%, lejos del 2,9% estimado por el Ejecutivo para el año que viene. Tras las críticas de la oposición y de organismos privados de análisis económico, que consideraban irreales las cifras oficiales, el Ejecutivo, ante la necesidad de presentar en Bruselas un cuadro macroeconómico más ajustado a la actual situación de crisis internacional, procedió ayer a la revisión.

El impacto será directo en el empleo y la creación de 277.000 puestos de trabajo prevista inicialmente se reduce en 100.000. Pese a esos datos, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, aseguró ayer que las cifras de este año no indican que en España exista desaceleración económica y confía cerrar el ejercicio con un crecimiento del 3%.

El Gobierno justifica la revisión a la baja de sus previsiones por la desaceleración de la economía mundial y, especialmente, por la caída del crecimiento de la economía estadounidense y europea.

Tras la decisión de ayer, el secretario de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla, exigió la retirada de los Presupuestos de 2002 y la rebaja del IRPF para adecuarlos a las nuevas previsiones. Sevilla acusó a Rato de demostrar su incapacidad, porque 'no se puede reconocer que la economía entra en recesión y no ofrecer ni una sola medida, salvo la ironía poco creíble de anunciar rebajas de la presión fiscal a partir de 2003, cuando hasta ahora todo lo que han propuesto es subir impuestos'.

Equilibrio presupuestario

Aun con un menor crecimiento del PIB, el Gobierno no renuncia a mantener el equilibrio presupuestario durante los años 2002 y 2003, y a llegar al superávit en el año 2004. Unos objetivos que tenía con el cuadro macroeconómico que incluyó en el proyecto de Presupuestos para 2002 (ver gráfico: escenario de crecimiento elevado) y en el revisado ahora (escenario central), y que sólo se modificarían si los tipos de interés sufren una imprevista evolución al alza.

Rato aseguró que 'si los tipos de interés crecen un punto, se produciría un ligero déficit de una décima, y si se reducen un punto, habrá una aceleración del superávit presupuestario en 2003 y 2004, con una más intensa reducción de la deuda pública'.

El documento aprobado ayer por el Consejo de Ministros contempla un tercer escenario más pesimista, con un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1,8% para 2002, y que coincide con las últimas previsiones para España realizadas por la OCDE y la Comisión Europea. Rato negó que el Gobierno haya optado por un optimismo injustificado. 'En la discusión sobre previsiones', dijo, 'lo importante son los resultados y establecemos un marco con un escenario central que creemos será el real. La economía española tiene capacidad de maniobra para responder a la situación de crisis mundial y a una intensa incertidumbre no fácilmente definible'.

Las que calificó de 'previsiones razonables', además de rebajar el crecimiento económico del 2,9% al 2,4%, recogen también una reducción en las estimaciones de creación de empleo desde el 1,8% al 1,1%, de 277.000 puestos de trabajo a 169.000, que supone 100.000 empleos menos. La tasa de paro, que inicialmente se preveía que para 2002 quede en el 11,5%, se sitúa en el 12,4%, lo que supone que bajará tres décimas de media respecto a 2001.

La actualización del programa de estabilidad, que el Gobierno remitirá a Bruselas este lunes, se ha elaborado confiando en que la recuperación de la economía mundial comience en la segunda mitad de 2002 y que se consolide en 2003. Para el año 2005 se cuenta con completar una década de crecimiento, en la que se habrán creado cuatro millones de puestos de trabajo. UGT y CC OO mostraron ayer su preocupación por el impacto de esta revisión sobre el mercado de trabajo.

El menor crecimiento económico no modificará, según Rato, las estimaciones de presión fiscal para 2002, que se mantendrá en equilibrio en relación a 2000 y 2001, y que se reducirá en dos décimas en 2003 y en una décima en 2004, como consecuencia de la proyectada rebaja del IRPF.